Trabaja casi 40 años en el mismo colegio de Santiago y esto hacen los alumnos cuando se jubila: "Blandengue"

Este conserje, llamado Chema, trabajaba en el colegio Peleteiro de Santiago y no pudo creer el gesto que tuvieron los alumnos del centro

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el

3 min lectura

El final de curso es siempre especial, se viva desde detrás del pupitre, organizando la clase, preparando la mochila para los peques de la casa...o cuidando de que todo funcione bien en el cole. Es el caso de José María Pena García, Chema para toda la familia del Colegio Peleteiro de Santiago. Pero este fin de curso es distinto, porque Chema se jubila.

Han pasado casi 40 años desde que comenzó en este trabajo, siendo poco más que un chaval, así que ha "cuidado" de miles de alumnos durante su vida profesional y por eso en el Peleteiro no lo iban a dejar marchar de cualquier manera. Uno de los últimos días de clase, la coordinadora de Primaria le pidió que se acercase al aula de usos múltiples para enseñarle "algo". Fue así como Chema se encontró sentado junto al proyector viendo un montaje en el que grandes y pequeños de la comunidad educativa le daban las gracias por su trabajo y le deseaban suerte en la nueva etapa que estaba a punto de comenzar. La cosa no terminó ahí, porque mientras Chema peleaba por aguantar las lágrimas en el aula, en los pasillos de Primaria se armaba la marimorena.

PASEÍLLO Y OVACIÓN PARA CHEMA

Los peques volvieron del recreo, pero no para sus respectivas aulas: se ordenaron pasillo adelante para que en el momento en el que Chema abrió la puerta, se encontró con todas las caritas sonrientes esperándolo y coreando su nombre. Cuando hablamos con él en Cope Santiago reconocía que fue un momento "muy emocionante". La asociación de madres y padres del Colegio también le dedicó un homenaje, con un regalo y de nuevo, aplausos y ovación.

¿Cuál es el secreto para ganarse una despedida así? Chema nos decía que "es tenerles cariño y saber que son personitas, pequeñas, pero personitas a las que hay que tratar con cariño y respeto, igual que quieres que te traten a ti". Por si alguien pensaba lo contrario, asegura que para nada es "un blandengue, si de algo tengo fama es de reñir, de intentar controlar las cosas... bueno...pero con mucho cariño que es lo principal en este caso".

"LES DICEN A SUS HIJOS QUE SOY EL SEÑOR QUE LOS CUIDABA EN EL COLE"

Este curso, el colegio Peleteiro tenía casi 1.400 matrículas y hay quien asegura que Chema se sabía el nombre de todo el mundo. Nos aclara que esto no es verdad al cien por cien... pero sí de todos los de Primaria, que es el edificio donde trabaja él. "Es lo mínimo que puedes hacer... ellos te llaman por tu nombre, tú también tienes que conocer el suyo" asegura, aunque reconoce que no es infalilble: "a veces te confundes, cambias a un hermano por otro, esas cosas que pasan... Pero ellos saben perdonarte, saben que son muchos".

Tantos años viendo llegar y pasar personitas que se hacen mayores delante de tus narices daría para escribir varios volúmenes tamaño Enciclopedia Larousse, pero Chema no duda a la hora de elegir con qué se queda de esta etapa laboral que está tocando a su fin."Me quedo con la gente... hay cantidad de gente a la que veo por la calle a la que ya no conozco pero ellos me conocen a mi, me presentan a sus hijos, y les dicen que soy el señor que los cuidaba en el colegio...eso es algo que te queda muy dentro, y que te das cuenta de que has hecho un poquito bien tu trabajo".

Chema confiesa que antes era más fácil el trato con los niños, "cuando habían hecho algo mal, rápidamente lo reconcían y decían que sí...hoy están más protegidos, igual un poquito de más"

No tiene muy claro todavía a qué se dedicará ahora, cuando el timbre deja de sonar también para él cada mañana, pero sí sabe que tratará de estar más tiempo con su familia. "Creo que son los grandes olvidados de toda esta historia".

Todos quisieron hacerse foto de recuerdo con Chema

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