RELIGIÓN

Tres nuevos sacerdotes para la Archidiócesis de Santiago

El Arzobispo les recuerda que el sacerdote "no vive para sí mismo" y pide a Dios "más obreros para trabajar la mies"

EUCARISTIA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, presidió este domingo la solemne Eucaristía en la que fueron ordenados sacerdotes los jóvenes Eduardo Amado Brea, Santiago Telmo Dopazo y Damián Vidal Bouzas.

Eduardo Amado Brea, nacido en 1989, tiene sus orígenes en Betanzos, aunque reside en A Coruña, donde realizó los estudios obligatorios y es feligrés de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima. En el año 2013 ingresa en el Seminario Mayor Compostelano para iniciar su formación sacerdotal. Allí hizo el Bachillerato en Teología y comenzó estudios en Filosofía y Teología Fundamental, al tiempo que es secretario del obispo auxiliar.

Santiago Telmo Dopazo nació el 5 de febrero de 1993, bautizado en la parroquia de San Esteban de Noalla, pero se trasladó a la parroquia de San Juan de Meaño al poco tiempo, donde vivió la infancia hasta que ingresó en el Seminario Menor de Santiago para realizar los estudios de la ESO y el Bachillerato. Tras finalizar los estudios en el Seminario Menor ingresó en el Seminario Mayor.

Damián Vidal Bouzas nació el 14 de noviembre de 1993, natural de la parroquia de S. Pedro de Villalonga, Concello de Sanxenxo. Realizó la ESO en el colegio salesiano de Castrelo (Cambados), donde por primera vez, sintió la llamada del Señor hacia el sacerdocio. Luego, ingresó en el Seminario Menor de Santiago de Compostela, donde realizó los estudios de Bachillerato en Humanidades, tras lo que  ingresó en el Seminario Mayor Compostelano, donde realizó sus estudios en Teología

Solemne Eucaristía

La Misa se ha celebrado en la Iglesia del Monasterio de San Martín Pinario,  donde el arzobispo compostelano les ha recordado a los tres que "el sacerdote no se pertenece a sí mismo, no vive para sí mismo y no busca lo que es suyo sino lo que atañe a Cristo. El ministerio sacerdotal no es un oficio o una obligación, sino un don”,  aconsejándoles que eviten y no hagan caso de la críticas y habladurías de los malos momentos.

"Tended siempre hacia la santidad que es el rostro más bello de la Iglesia”, les ha dicho monseñor Julián Barrio, asegurando que "la finura espiritual evitará que os convirtáis en burócratas de la pastoral. Estáis expuestos al zapping, pero sed capaces de discernir para afirmar vuestras decisiones”.

En su mensaje final a los asistentes, el arzobispo de Santiago ha querido darles las gracias a los nuevos sacerdotes, así como a sus familias y a los amigos presentes. También a Dios, a quien "en días como éste hay que dárselas de forma especial", aunque ha querido pedirle "que recuerde que la mies es mucha y los obreros siguen siendo pocos, por lo que le pedimos que siga mandando obreros a su mies".

El acto religioso se ha cerrado con una cerrada ovación para los tres nuevos sacerdotes de la Archidiócesis de Santiago, mientras el coro pastoral cerraba una brillante actuación con el canto del "Aleluya".