"Si acabase la guerra, volvería a Ucrania caminando desde Santiago"

La Navidad a 4.000 km de casa y esperando noticias del fin de la guerra para poder volver a su país. Así está el medio centenar de refugiados, la mayoría mujeres y niños, que viven en el Monte do Gozo, de Santiago. Hemos estado en ese centro de peregrinaciones, donde hacen su vida.

Allí hemos conocido a Elena y Victoria. Una vez más Maxim, un voluntario ruso, nos ayuda a comprenderlas y nos acompaña por las instalaciones.

Un árbol de Navidad con adornos hechos a mano por pequeños y adultos, lucecitas y banderas ucranianas adornan las estancias. El día de Navidad, 25 de diciembre, es fiesta en Ucrania, pero siguiendo el calendario ortodoxo lo celebran el 7 de enero, un poco más tarde.

¿Cuáles son sus tradiciones en estas fechas? Muchas comidas y reuniones familiares: arroz con pasas o ensaladilla y mandarinas no faltan en la mesa. Y por San Nicolás, los niños han recibido sus regalos y dulces.

Las propias refugiadas se encargan de la preparación de los platos para estas fechas y, nos cuentan con ilusión, que habrá concursos y juegos para los más pequeños.

Sobre las diferencias en las tradiciones hay una que nos llama mucho la atención, si bien, Maxim nos aclara que las costumbres son distintas y cambian en función de la zona rural o urbana del país. Nos muestran su sorpresa por nuestra costumbre de las doce uvas, pero comparten un hábito en Ucrania, mientras suenan las campanadas, escriben rápido un deseo en una servilleta, lo queman y echan las cenizas al champán para, después, bebérselo.

El deseo que van a quemar en esta ocasión lo tenemos todos en la cabeza: poder regresar a su país y vivir en una nación con libertad y paz. En Compostela, en este centro, se encuentran muy bien, nos reconocen, y muestran su gratitud a España y a Santiago por recibirlos con los brazos abiertos: "Valoro tener luz, una habitación, escuela para el niño... nos tratan bien, nos vemos y hablamos entre nosotras, vivimos juntas y estoy inmensamente agradecida, aunque duele el alma por la guerra".

CON EL CORAZÓN EN UCRANIA

Elena y Victoria nos confiesan que tienen su casa en el corazón y al revés, el corazón en su casa. De hecho, los padres de ambas, llegaron a Compostela, pero regresaron a Ucrania porque la tierra tira mucho y allí se quedarán pase lo que pase.

Una refugiada ya mayor que también vive en este centro les llegó a confesar que cuando acabe la guerra ella está dispuesta a volver caminando: "Si le dijesen que la guerra acabase dice que podría ir caminando, y eso que tiene la tensión alta", bromea Victoria. "La tierra de donde eres es la tierra, al final".

"Antes hacíamos planes, nos poníamos referencias... para la primavera, tal, para el verano, ahorro y viajo, ahora el futuro es muy borroso. Estamos intentando volver a tenerlas, psicológicamente nos protegemos así". Explica Elena, entre lágrimas.

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¿Cómo se celebra la Navidad en Ucrania y cómo lo viven los refugiados de Santiago?

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MAXIM, EL VOLUNTARIO RUSO INTÉRPRETE

Maxim nos ayuda siempre cuando necesitamos hablar con las personas refugiadas de Ucrania, ya que muchas son rusoparlantes.

Maxim llegó a España hace unos 15 años, en Galicia una década. Confiesa que le costó asentarse, pero "no estoy para quejarme en estos tiempos".

Maxim es profesor de lenguas extranjeras, pero ha trabajado también de guía o en academias privadas. "Fui a Inglaterra, como bo galego, mi pareja es de aquí e hicimos un intento de emigración, pero volvimos".

Maxim no quiere poner el foco en su historia, sino en la situación de Ucrania y se muestra muy crítico con la Rusia de Putin, a la que califica de "amenaza para la existencia de la humanidad".

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Maxim, el voluntario ruso intérprete

Maxim ayuda a las personas refugiadas ucranianas