Así está Santiago a causa de la crisis del coronavirus

La crisis del coronavirus está dejando imágenes inéditas en Santiago: calles vacías y plazas de aparcamiento libres incluso en el centro. La población está cumpliendo el confinamiento decretado por el gobierno y sólo están abriendo los supermercados y tiendas de alimentación, farmacias, lavanderías, quioscos y estancos.

El aparcamiento de Belbís, situado a pocos metros del casco histórico, apenas tiene media docena de coches estacionados, cuando lo normal es que haya cola para entrar. En el campus Sur se puede aparcar sin problema incluso a media mañana, y es que entre el cierre de la universidad y el del comercio sobran plazas.

Sí se pueden ver por los parques personas que pasean a los perros- actividad que sí está permitida- pero tampoco son demasiados. Los bulliciosos espacios verdes de Belbís, la Alameda o Bonaval han reducido en picado su actividad, y sólo se oye el cantar de los pájaros.

Los autobuses circulan por la ciudad con muy pocos pasajeros y el acceso se hace ya por la puerta de atrás, para protección del conductor. A partir de este jueves se elimina la posibilidad de pagar con dinero en efectivo y sólo se podrá hacer con la tarjeta habilitada por el ayuntamiento.

APLAUSOS AL PERSONAL SANITARIO

El silencio que reina en la ciudad durante todo el día se rompe a las ocho de la tarde, cuando la gente sale al balcón a aplaudir al personal sanitario. Los hay incluso que lo hacen con cacerolas para que se les oiga más.

En algunos casos, los ciudadanos incluso están felicitando a otros profesionales a los que no les queda otro remedio que ir a trabajar. Es el caso de empleados de supermercado o trabajadores de la limpieza