Carta de una vecina indignada del Ensanche al alcalde

Los vecinos del Ensanche piden soluciones al problema de movida nocturna. Ya no es solo el ruido por las noches, que impide el descanso en esta zona de la ciudad, sino las peleas, destrozos en la calle y suciedad.

Nos mandaban este whatsapp para el alcalde de Santiago:

"Buenos días, me llamo Silvia y soy una vecina del Concello de Santiago de Compostela. Tras múltiples noches llamando a la policía y tras varias “denuncias” puestas en la página del Concello dedicada a la atención a la ciudadanía y no obtener ningún tipo de respuesta, he decidido mandar mis quejas aquí a ver si alguien me hace caso. 

El problema que le expongo al señor alcalde es el siguiente: todos los vecinos de la zona de López Ferreiro, Curros Enríquez y Gómez Ulla estamos hasta las narices de las continuas reuniones de jóvenes que se reúnen a las puertas de nuestras casas noche tras noche. El problema ya no es sólo el ruido que producen sino las peleas (y los restos de sangre que encontramos a las mañanas), los destrozos en el inmobiliario urbano y en los establecimientos de alrededor (hace poco rompieron varios escaparates, hicieron pintadas en los portalones y hundieron las rejas de los establecimientos hacia dentro), las personas orinando dentro de nuestras propias casas, la venta de droga, los cristales rotos al día siguiente, el uso de nuestros portales como almacenes de bebida y un largo etcétera. 

Señor Noriega, usted todo lo soluciona con el “CIVISMO” de la gente pero... sea sincero y coherente con lo que dice por una vez en su vida, ¿De verdad que si usted viviera esta situación noche tras noche y con niños pequeños... ¿no haría nada?

¡Por favor! Es gente joven, usted fue joven, yo fui joven y todos lo fuimos y en la mayoría de gente joven con unas copas de más, el civismo no existe. Así que haga el favor de actuar y tomar decisiones coherentes porque nosotros no podemos seguir así. 

Y si siguen así, a partir de ahora le voy a pasar las facturas del veterinario por los cortes que tuvo mi perro en sus patas por culpa de los cristales no recogidos, las facturas del cerrajero por gente poco “cívica” que me estropearon la cerradura y la factura de la empresa de agua. ¡Ah! Esa es otra, pago exceso de agua todos los meses pero si usted no manda a responsables que limpien las aceras, soy yo la que lo tengo que hacer todas las mañanas para retirar cristales, vómitos, orina, tampones con sangre, botellas y vasos rotos, entonces... ¿me devuelve usted ese dinero? 

Además nos adjunta unas fotografías que muestran a la perfección el calvario que viven estos vecinos.