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Chus, médica y estudiante de cello en Santiago:"Por no perderme una clase, hago cambios de guardia inauditos"

La Escuela Municipal de Música de Santiago no sólo es cantera de jóvenes promesas: también es lugar de disfrute para adultos que han decidido que nunca es tarde para embarcarse en una pasión aparcada durante años

Patricia Iglesias

Santiago - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

A Ángel lo echaron del coro del colegio cuando era adolescente. Cuenta entre risas que cree que fue por desafinar, pero aquello no tiró por tierra el amor por la música que le venía de familia. Su abuela tocaba el piano y ponía discos a toda pastilla que se escuchaban desde la calle cuando él volvía del colegio. Hoy, Ángel es arquitecto y desde hace algunos años, también estudiante de trompeta en la Escuela Municipal de Música de Santiago. Trajo primero a sus hijos... y luego uno de los impulsores de la ESMU, Xosé Manuel Rodríguez Abella, lo animó a aprovechar el tiempo que se echaba esperando por los peques para embarcarse él también. Y tanto que lo hizo: sus hijos ya abandonaron el centro y él sigue. Tras completar los ocho años en percusión, agarrado al viento metal.

Ángel asegura que nunca es tarde para engancharse a una pasión y sobre todo, en un centro como éste: "es una cosa muy bonita en la escuela, que haya esta mezcla de edades, me produce especial emoción estar rodeado de gente joven tan brillante, de jóvenes de 12 años, que son mucho más hábiles que yo, que son muy buenos músicos... es una lección de vida muy interesante" asegura. 

Patricia Iglesias

Más de medio centenar de adultos estudian en la Escuela de Música de Santiago

Un cincuenta por ciento del alumnado que llega a la Escuela Municipal de Música de Santiago está en una situación como la de Ángel, sin tener ni idea de nada, cuenta Fernando Rey,  el director de la EsMu. La otra mitad trae el mismo equipaje de ilusión, pero además algún contacto previo con la música, en etapas más o menos lejanas, pero que en un momento dado, disparan las ganas de volver. Chus sí que había estudiado música de adolescente: por circunstancias familiares no podía seguir enseñanza presencial, pero llegó a examinarse por libre de solfeo y aprobó hasta 4º de Piano. Cuando entró en la facultad de Medicina ni se planteó repartir su tiempo con las partituras pero...en pandemia decidió darle uso al violoncello que le había regalado un amigo.

"no tengo ninguna duda de que la música es terapéutica"

Así que cinco años lleva ya rascando todo el tiempo que puede para dedicárselo a la música, igual que Ángel, en las clases individuales de instrumento pero también, disfrutando en todas las actividades que permite hacer juntos a los alumnos la Escuela. Destaca "la belleza que tiene hacer cosas con otros, somos personas de distintas generaciones haciendo cosas juntas...yo creo que la riqueza que eso tiene personal y emocional no tiene precio, te cambia la vida sin duda para bien!" Se entiende entonces todavía mejor que no dude en hacer "cambios de guardia inauditos" para no perderse una clase o una actividad musical.

"A mi me emociona mucho cuando hay una persona con un deterioro cognitivo, que ya no conocen a sus familiares... y sin embargo sí que recuerdan una canción que se sabían!", subraya Chus. "La música para el cerebro son fuegos artificiales, debe practicarse a todas las edades".

¿De que temos agrupacións musicais? Pregúntame mellor de que non temos!

Fernando Rey

Director de la Escuela Municipal de Música de Santiago

Igual que los dos alumnos no ahorran cariño hablando de todo lo importante que la música y la escuela están aportando a sus vidas, el director del centro, que es también profesor de trompeta, asegura que casi disfruta más que como instrumentista, ante estudiantes tan entregados como ellos: "hai moitos adultos nesta escola do nivel de Ángel e de Chus, xente que nun momento da súa vida, para eles de repente a música é absolutamente a súa prioridade e o necesitan para levar unha vida o máis sana posible".

      
             
      

Y desde la escuela se lo ponen más fácil, ofreciendo la posibilidad de participar en agrupaciones de todo tipo: "temos coros de nenos, xuvenil e de adultos" y aprovecha para contar que Chus y sus compañeros estarán en el concierto participativo junto a la Real Filharmonía en diciembre. "Ademáis, temos a banda infantil, que nós chamámoslle bandiña, a banda de música, a orquestra infantil, e a orquestra, combo de música moderna, agrupación de música tradicional e a big band, que é onde toca Ángel, que a dirixo eu... isto polo de agora".

Patricia Iglesias

La ESMU de Santiago cuenta con 440 alumnos este curso

El alumno más veterano de la escuela de música compostelana en estos momentos es un saxofonista que está a punto de cumplir los 80 años. Piano, violín y guitarra son, como ocurre en la mayoría de los centros, los instrumentos en los que cada año hay lista de espera. Por si suena la flauta... en primavera se abren los plazos de inscripción.

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