Detenido por no comparecer en un juicio en Ordes

Al detenido le constaban ocho antecedentes policiales y es que ha sido cazado en ocho ocasiones conduciendo sin permiso. Era habitual verlo al volante, aunque nunca llegó a obtener el carné de conducir. Por estos hechos el juzgado de Ordes lo había requerido, pero sin éxito. No llegó a comparecer en el juicio rápido.

No obstante, los efectivos de la Guardia Civil lograron dar con él de nuevo. En la última ocasión que fue interceptado iba de acompañante en una furgoneta de su propiedad en el ayuntamiento coruñés de Carral. Con todo, el conductor que lo llevaba también estaba incumpliendo la ley, ya que había perdido todos los puntos del carné. Ahora también se le está investigado a él por un delito contra la seguridad vial.

VIEJO CONOCIDO

Los agentes califican al copiloto de la furgoneta como "viejo conocido" de la Benemérita por su predisposición a incumplir las órdenes de "alto" de los efectivos de la autoridad y por realizar conducciones temerarias por las que también fue investigado en otras ocasiones, además de por el riesgo para la seguridad vial que crea al volante y por su reiteración en las conductas delicitivas.

Esta vez durmió en los calabozos, pese a ir de acompañante, y fue conducido ante la autoridad judicial para la realización de los trámites por los que había sido ya citado.

USO FRADULENTO DE GASÓLEO

Al investigado se le formuló también una denuncia ante la Agencia Tributaria por uso fraudulento de gasóleo bonificado del tipo B, ya que, tras inspeccionarla comprobaron que su depósito de combustible estaba cargado con un gasóleo de color rojizo, empleado para trabajos agrícolas, forestales y pesqueros. Es decir, utilizaba gasóleo bonificado para una actividad que no estaba permitida para ese fin.

El gasóleo tipo B es idéntico al empleado por el resto de usuarios, pero se tiñe de rojo pra diferenciarlo del amarillento habitual, por su exención de impuestos. Se le aplican bonioficaciones de la mitad de las cargas tributarias.

Las sanciones por infracciones de este tipo pueden llegar hasta los 3.600 euros si es la primera vez que se contata un uso fraudulento y pueden aumentar hasta los 18.000 € si se reincide.