Interceptado un conductor que rebasó el tope máximo del etilómetro
No se pudo detectar la tasa de alcohol en un control rutinario, así es que acudió otra patrulla con un etilómetro de precisión
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Guardia Civil detectó a un conductor que dio positivo en un test de alcoholemia en Mesía, en la provincia de A Coruña, en la AC 223. Por desgracia parece un hecho poco noticiable. El hombre era reincidente. Los agentes le realizaron la prueba de detección de alcohol, pero no fue posible determinar en esa primera prueba cuánto había bebido. Se trata de la tasa que arroja el etilómetro de aproximación. No fue posible saber ese valor porque rebasaba el límite de medida de este dispositivo.
¿Qué se hace en casos como este? Apuntan desde la Guardia Civil que en este caso se hizo necesaria la presencia de un vehículo dotado de otro medidor de precisión.
El hombre fue interceptado a mediodía y dijo a los agentes que volvía de "recoger agua de la fuente". No era la primera vez que circulaba en estado ebrio. Por este último caso el individuo está investigado como autor de un delito contra la seguridad vial.
Ya había sido sorprendido en julio del año pasado y en enero de este 2019. En ambos casos iba conduciendo con tasas de alcohol superiores a la permitida por la ley. Los agentes de la Benemérita consideran que tiene un problema de adicción.
Nos cuentan los propios agentes que, dada la situación, "se le propuso ante la Jefatura Provincial de Tráfico para una revisión psicofísica extraordinaria, para determinar si dicha Autoridad lo considera oportuno para ser sometido a una revisión extraordinaria por personal facultativo de los Centros habilitados para ello".
Parece lógico que una persona con problemas con el alcohol no esté habilitado para conducir, no solo por suponer un peligro para él mismo, sino para el resto de vehículos y conductores.