Investigadores de la USC instalan un detector de rayos cósmicos en la Antártida
Existen rayos cósmicos de baja energía que provienen del sol. Sus efectos pueden ser desastrosos sobre los sistemas de comunicaciones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Investigadores del Instituto Galego de Física de Altas Enerxías (Igfae), dependiente de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), han desarrollado e instalado un detector de rayos cósmicos en el observatorio de la base científica "Juan Calos I" de la Isla Livingston, en la Antártida.
¿PARA QUÉ SIRVE ESTE DETECTOR?
En un comunicado, el instituto destaca que este dispositivo, que ya está en funcionamiento, medirá con precisión electrones y muones para estudiar la actividad solar y las condiciones de la atmósfera terrestre.
Este organismo, el Igfae, ha explicado que existen rayos cósmicos de baja energía que provienen del sol que componen el conocido viento solar. Su intensidad crece con la actividad solar y sus efectos sobre los sistemas de comunicaciones y de posicionamiento global como el GPS y otros dispositivos electrónicos en forma de tormenta magnética pueden ser desastrosos. Por ello, señala el instituto que es fundamental mejorar las técnicas de detección temprana de dichos eventos para prevenir, en la medida de lo posible, su impacto.
Con este propósito, el equipo de investigación desarrolló un detector de rayos cósmicos que fue finalmente instalado en esta base científica situada en la Antártida.
Tras su traslado en el Buque de Investigaciones Oceanográficas "Hespérides", los investigadores finalizaron la puesta en marcha de Tristán en el pasado mes de diciembre como parte del Observatorio Antártico de Rayos Cósmicos (ORCA). Ahora recopilarán datos hasta la llegada del verano austral en el mes de marzo.
Finalmente, con estos datos, se analizará la actividad solar y se estudiará el efecto del campo magnético terrestre sobre la propagación de los rayos cósmicos.