Cien años de Bomberos en Santiago: carros de caballos o vehículos de la época del Titanic

¿Cómo era el servicio de Bomberos hace 100 años? Pues está claro que muy diferente al que se presta en la actualidad.

Los primeros miembros del cuerpo que tuvo la capital de Galicia comenzaron a trabajar en el año 1885, pero entonces no era un servicio estrictamente municipal, sino que se prestaba en virtud de un convenio entre el Ayuntamiento de Santiago y la Compañía de Seguros Mutuos. Un dato curioso es que todavía hoy son visibles en algunas fachadas de las viviendas de la zona histórica de Compostela las placas que mostraban que estaban protegidos por ese servicio de extinción.

Es en el año 1921 cuando el servicio de bomberos se hizo municipal al 100%. Por eso en este 2021 están de aniversario: celebran su centenario. El servicio ha cambiado mucho, eso sí, desde comienzos del siglo XX. Entonces había 15 miembros (hoy serán 55 con las 9 incorporaciones pendientes que llegarán en breve) e iban en carros tirados por caballos.

Quien se pase por el parque (Avenida Rodríguez de Viguri) podrá ver en exposición dos vehículos históricos que formaron parte en su día del servicio de extinción. Los dos han sido restaurados por un exjefe del cuerpo: Cesáreo Rey.

EXPOSICIÓN DE VEHÍCULOS HISTÓRICOS DE LOS BOMBEROS DE SANTIAGO

Según explica el Concello de Santiago, en el año 1925, adquirieron a los talleres Barro de Chavín, en Viveiro, su primer vehículo automóvil con cisterna y bomba. Se trataba del camión francés, de la marca Dion Bouton, fabricado en el 1912 (la época del Titanic) y que fue el único del servicio hasta el año 1957. Llama la atención que lleva el volante a la derecha, en la cabina solo hay sitio para dos personas y alcanzaba una velocidad punta de 28 kilómetros por hora. Además no cuenta con sirena, sino con una campana que se hacía sonar para que la gente dejase paso.

También se puede ver otra pieza histórica como es la autobomba Babcock & Wilcox, que tiene delante una bomba centrífuga y fue adquirida en 1957. Estuvo operativa hasta el año 1976. Fue adquirido en Bilbao.

La restauración de ambos vehículos corrió acargo de los propios integrantes del servicio de extinción de Santiago y del mimo puesto por el exjefe de ese cuerpo Cesáreo Rey.

El cese de la actividad en la antigua estación de autobuses de Compostela ofrece ahora la oportunidad de exhibirlos de manera permanente, en la propia explanada del parque.