Más contenedores solidarios de Arroupa en el Barbanza
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Concello de Boiro y Cáritas Diocesanas de Santiago firmaban un acuerdo por el que, próximamente, se instalarán cuatro contenedores de recogida de ropa del proyecto Arroupa en las calles de esta localidad barbanzana. De esta forma se amplía hasta 28 el número de contenedores de color rojo y blanco instalados en el Barbanza y que el año pasado permitieron recoger 112 toneladas de ropa, superando en mucho los 10.000 kilos que se recogían en las Cáritas parroquiales. En total, 122 toneladas de ropa que se sumaron al más de un millón de kilos que se depositaron durante el 2019 en los 234 contenedores de Arroupa repartidos por toda la Archidiócesis de Santiago.
De esa cantidad, y una vez clasificada, la que se encuentra en peor estado se destina al tratamiento en una planta especializada, tanto para su destrucción como para su reutilización en otros materiales, evitando así que acabe en los contenedores y plantas de tratamiento de basura. Pero otra parte muy importante, denominada "ropa crema", la de mayor calidad y en mejor estado, se destina, por una parte, a los roperos parroquiales y a proyectos sociales en terceros países como una residencia en Cuba o un contenedor que se enviará en breve hasta Angola. Y, por otra, a las tres tiendas Arroupa que están abiertas en Santiago, Coruña y Pontevedra y a las que se le podría sumar en breve una tienda más en la localidad coruñesa de Arteixo.
ÉXITO EN LA REINSERCION LABORAL
Nos lo contaba en Cope de las Rías el Director de Cáritas de Santiago, José Anuncio Mouriño, satisfecho de que en los 3 años que lleva en marcha, Arroupa no solo ha permitido recuperar ya la inversión realizada, sino que ha propiciado la reinserción laboral de 15 personas, usuarios de Cáritas y que gracias a este proyecto han encontrado trabajo en otras empresas profesionales del sector textil.
En la actualidad, son 20 los empleados con los que cuenta Arroupa cuya red de contenedores sigue ampliándose, caso de los cuatro de Boiro, permitiendo poner en marcha un ciclo de solidaridad y de inserción laboral y social que sigue dando sus frutos, además de evitar que miles de toneladas de ropa acaben contaminando, gracias al proceso de selección y tratamiento en plantas especializadas.