Más medidas en el fútbol gallego para acabar con la violencia verbal y los insultos en los campos
Ampliará el protocolo antiviolencia para que sean los delegados de los equipos visitantes quienes insten a sus respectivas aficiones a cejar en actitudes contra el equipo rival o el árbitro
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Entrevista con el secretario de la RFGF, Diego Batalla sobre el protocolo contra la violencia verbal
Santiago - Publicado el
3 min lectura
Este pasado fin de semana se produjo el enésimo capítulo en el que un árbitro aplicó el protocolo contra la violencia verbal que desde el año 2023 permite en Galicia advertir e incluso llegar a suspender un partido en caso de considerar de que la violencia verbal no permite el normal desarrollo del encuentro
En esta ocasión fue en un partido de la categoría de cadetes disputado entre los equipos coruñeses del Xuventú de Aguiño (Ribeira) y el Esclavitud (Padrón) cuando el árbitro instó al delegado del equipo local a advertir de la actitud que estaban manteniendo varios padres de jugadores del equipo visitante con insultos y vejaciones hacia los del equipo rival.
Padres que hicieron caso omiso a esa primera advertencia, lo que llevó al árbitro a amenazar con suspender el encuentro, como así contempla el protocolo, aunque finalmente no llegó a producirse esa suspensión ya que los padres abandonaron el campo, parece que tras ser advertidos de que se iba a llamar a las fuerzas del orden si no lo hacían.
Y es que, a diferencia de lo que muchos piensan, no es el árbitro quien tiene la capacidad de advertir y de expulsar a nadie del público de un campo de fútbol, sino que es el delegado del equipo local quien tiene esa encomienda y, en caso de ser necesario, llamar a las fuerzas del orden si considera que los espectadores están manteniendo actitudes que vulneran el necesario respeto al rival y al equipo arbitral.
IMPLICAR A LOS DELEGADOS VISITANTES
Es ahí donde la Federación Gallega de Fútbol (RFGF) quiere actuar ahora, ampliando un protocolo contra la violencia verbal que ya fue pionero en España y asumido por la propia Real Federación Española, e implicando también los delegados de los equipos rivales en las advertencias a sus aficiones del riesgo de suspensión del partido y no dejando esa tarea tan sólo en el delegado del equipo que ejerce como local.
Según el secretario de la RFGF, Diego Batalla, lo que se pretende es que "en el caso de que la violencia verbal provenga de la afición visitante, ambos delegados, local y visitante, tendrán que acercarse a esa afición ya que el visitante suele conocerles como familiares, amigos o seguidores del club", lo que según los impulsores de esta medida, que será llevada a la próxima comisión antiviolencia de la RFGF, permitirá que esas advertencias previas a tener que adoptar la decisión de suspender el partido sean más eficaces que en la actualidad.
Y eso que, según este mismo responsable federativo, la aplicación del protocolo contra la violencia verbal "está teniendo muy buenos resultados" y está suponiendo un "cambio de actitud en los propios clubes que ahora tienen conciencia de que ir al fútbol es ir a animar y de fairplay y no ir a amenazar y a insultar".
Detectándose un descenso en este tipo de situaciones, lo que no evita que hayan desaparecido como ocurría este pasado fin de semana en Aguiño, aunque según Batalla "los delegados suelen ser muy eficaces y consiguen erradicar la violencia verbal", contabilizándose alrededor de una decena de casos cada jornada, con 2.000 partidos por toda Galicia, en los que el árbitro se ve obligado a aplicar los primeros pasos del protocolo. Y siendo "apenas dos, tres partidos, como mucho" los que se han tenido que suspender en lo que llevamos de temporada en el fútbol gallego.
Puedes consultar todo le protocolo contra la violencia verbal en el futbol aquí: