PAUL, el primer simulador "High emotion prematuro" para formación de la USC

Nuevo equipamiento en el área docente de Simulación Médica de la Universidad de Santiago (USC).

Este espacio prestará servicio tanto al propio centro docente como al Área Sanitaria de Santiago de Compostela y estará dirigido a profesionales de la Medicina, Odontología o Enfermería.

Entre el nuevo equipamiento del área de simulación encontramos a PAUL, el primero simulador High emotion prematuro para una formación realista en cuidados críticos en neonatología. Según el decano, Julián Álvarez Escudero, se trata de una tecnología muy avanzada y de la que existen pocas unidades en centro docentes. También se incluye un simulador para entrenamiento en ecografía más realista.

Otro de los equipos incorporados es SECTRA, una herramienta interactiva que usa anatomía real y casos clínicos para desarrollar un pensamiento crítico y capacitación clínica. También nos encontramos un entrenador de infiltración intraarticular del hombro, para la práctica de la inyección en los tejidos blandos, utilizada para el tratamiento de las lesiones y la artritis. 

SIMULACIÓN

La educación médica basada en la simulación es un campo en pleno proceso de desarrollo, cuya evolución en los próximos años es imprescindible. Su implantación permitirá reproducir situaciones reales con pacientes de una forma guiada y controlada.

El espacio de simulación de la Facultad de Medicina es una aportación importante para la mejora del modelo educativo del centro compostelano, que incorpora herramientas novedosas, que simulan de manera híperreal y segura, las situaciones con las que el alumnado tiene que lidiar y precisa familiarizarse, en palabras del decano.

NUEVA FACULTAD DE MEDICINA

En esa presentación, la pregunta sobre el futuro de la facultad de Medicina en Santiago era obligada. Dice la USC que está pendiente todavía la reunión con la Xunta de Galicia, para cerrar el horizonte del campus de la salud. El gobierno universitario cree que el escenario que ha planteado la Xunta de cinco años es poco realista, además de ver necesarios más fondos de los incialmente previstos.