"El principal problema de la sumisión química en las agresiones sexuales no es el burundanga, sino el alcohol"

De las 3.000 agresiones sexuales denunciadas el pasado año en España, dos de cada tres estuvieron vinculadas al tiempo de ocio y en un tercio de ellas con sustancias psicoactivas de por medio.

Teniendo en cuenta que se cree, por encuestas realizadas que sólo se denuncia una de cada diez agresiones de las que se producen, se pone en evidencia que sólo estamos viendo la punta del iceberg del problema social que se está produciendo con la cada vez mayor relación existente entre la sumisión química de las personas y las agresiones sexuales.

Aunque, a diferencia de lo que podríamos pensar y como nos cuenta el profesor de psicología y criminalítstica de la USC Antonio Rial Boubeta, uno de los autores del libro 'Sumisión química y uso de sustancias psicoativas en las agresiones sexuales', "no son las benzodiacepinas, los cannabidoides sintéticos o el burundanga el principal problema detrás de las agresiones sexuales, sino el alcohol" y su ingesta en grandes cantidades a una edad cada vez menor, al igual que "un acceso cada vez más temprano a la pornografía por parte de los jóvenes".

VISIBILIZAR EL PROBLEMA PARA ACTUAR Y PREVENIR

El citado libro, de apenas 20 páginas, pretende según el profesor Rial Boubeta "ayudar desde la evidencia científica a conocer y entender mejor el problema poniendo las cifras y la casuística sobre la mesa para, así, poder actuar mejor y, sobre todo prevenir".

De ahí que los autores del libro hicieran entrega de varios ejemplares esta misma semana al presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices para que, desde el ámbito legislativo, se pueda abordar y, sobre todo, "ayudar a las potenciales víctimas a recibir una mejor y más rápida respuesta cuando se decidan a denunciar", algo fundamental, por ejemplo, a la hora de realizar las analíticas y "obtener las pruebas judiciales de que se ha sido víctima de una sumisión química ya que e, caso cotrario, desaparece del cuerpo ese rastro".

Se trata del primer libro que aborda en España la sumisión química y las agresiones sexuales en el ocio nocturno, con rigor y desde una óptica multidisciplinar y ha sido realizado, juto al profesor Rial Boubeta, por el también profesor de la Universidad de Vigo Miguel Isorna y el catedrático de Derecho Penitenciario José Ramón Agustina, de la Universitat Abat Oliba CEU, de Barcelona.

En el volumen participan algunos de los mejores expertos de toda España, entre ellos algunos gallegos más, como los profesores Manuel López Rivadulla y Ana Bermejo, catedráticos de Toxicología de la Universidad de Santiago de Compostela, o Angelines Cruz Landeira, catedrática del Instituto de Ciencias Forenses.