Raves en Santiago: "Algunos tuvieron que irse en taxi porque estaban perjudicados"

En este último año se han realizado al menos dos intervenciones policiales en fiestas ilegales en naves de A Rocha y el polígono de A Sionlla

íñigo Landa

Santiago - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Un amplio despliegue policial registrado en el fin de semana del 12 al 13 de octubre permitió desactivar con una fiesta rave en la que participaban alrededor de 200 personas y que se celebraba en una nave sin actividad el polígono de A Sionlla en la zona industrial de Santiago de Compostela. La intervención de las policías Nacional y Local acabó no sólo con la fiesta ilegal, sino con la identificación de tres personas vinculadas con la organización de la misma, según informan fuentes del Concello de Santiago. Organización de la rave que además de plataforma para los DJ, barra con venta de bebidas y cobro de entrada de acceso a un precio de 10 euros, ofrecían incluso la posibilidad a los asistentes a acudir a la fiesta en una furgoneta desde el centro de Santiago.

Lo que da cuenta del nivel de organización y el alto rendimiento económico que supone para sus organizadores la celebración de este tipo de fiestas ilegales en las que la música electrónica y el consumo de alcohol y drogas han sido siempre algunas de sus principales características. 

Buscando para ello espacios apartados y lejos de la vista tanto en zonas abiertas, se han dado casos de raves al aire libre en puntos de Santiago como los molinos abandonados del río Sarela, o espacios cerrados, como los casos de la nave del polígono de la Sionlla a mediados de octubre o la que en el mes de abril obligó a una intervención policial en el barrio de La Rocha.

YÉNDOSE EN TAXI DE LA RAVE EN UNA NAVE ABANDONADA DE LA ROCHA

Unas fiestas que sólo trascienden a la opinión pública de Santiago cuando se ven interrumpidas por las intervenciones policiales, como la que provocó la denuncia este pasado mes de abril de los vecinos de la Rocha, en Volta do Castro, cuando tras ver cómo un numeroso grupo de jóvenes acudía "con bolsas de plástico" a una nave abandonada en la zona alta del barrio, alertaron a la policía "que apenas 24 horas después apareció con cinco patrullas", lo que obligó a poner fin a la rave y a sus asistentes a tener que abandonar la zona "algunos en taxi, porque como de forma paralela se habían establecido controles de alcohol y drogas, no podían coger el coche con el que habían ido".

Nos lo cuenta Diego, vecino de la zona que asegura que algunos de los asistentes "bajaban bastante perjudicados de la fiesta" y afirma que desde entonces no se ha vuelto a registrar ninguna fiesta en esa nave abandonada que, curiosamente en este caso, sí parece que estaba alquilada o apalabrada entre el dueño de la misma y el organizador de la rave, aunque se pregunta "cómo pudieron hacer allí una fiesta de música electrónica cuando no hay ni luz, ni agua".

La fiesta acabó con la grúa municipal llevándose varios de los vehículos que los asistentes a la rave no se pudieron llevar por sí mismos.

      
             
      

Imagen, Facebook AAVV Volta do Castro

DENUNCIAS DE LA SEGURIDAD DEL POLÍGONO DE A SIONLLA 

Desde aquella intervención policial de abril no se volvió a hablar de la celebración de raves en Santiago hasta este pasado fin de semana del 12 al 13 de octubre, cuando otro amplísimo despliegue policial acudía al entorno de una nave industrial sin actividad y sobre la que pesaba una orden de reposición de la legalidad y cese de la actividad desde el 2019, que se ubica en el polígono industrial de A Sionlla

Aunque se cree que no era la primera vez que se celebraban raves en esa nave, como asegura el presidente de la Asociación Área Empresarial del Tambre, José Fernández Alborés, ya que en semanas previas "fueron varios los avisos dados por asociados nuestros que trabajan en el entorno y de la seguridad privada del polígono que fueron comunicados a la policía".   

Denuncias que finalmente concluyeron en el operativo policial que, por lo que parece, ha evitado la celebración de más raves en esa nave "que se ha vuelto a precintar de nuevo, con lo que esperamos que con esto se haya acabado con el problema y que no se atrevan a desprecintarla de nuevo". 

      
             
      

Lo que, al menos de momento, habría puesto fin a la celebración de este tipo de fiestas ilegales que, en el caso de esta zona industrial, se suman a las quedadas de coches y a las carreras ilegales que los propios empresarios han denunciado en varias ocasiones y que, desde que se denunciaron hace unos meses, no se han vuelto a repetir.