Receta en la graduación para ser buen médico: “Hay que mantener la ilusión”
Casi un 70% de la promoción de Medicina 2018/24 son chicas. Se despidieron de la etapa universitaria en la USC en un acto muy emotivo en el Multiusos Fontes do Sar
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Todo el mundo estaba hecho un manojo de nervios, tanto en el graderío como en la pista principal del Multiusos Fontes do Sar, inundada por la marea amarilla de las bandas que portaba el alumnado recién graduado en Medicina.
El rector de la USC, Antonio López, daba la bienvenida y recordaba que en el mismo pabellón (la casa del Baloncesto Obradoiro) donde cada quince días “a veces se sufre e a veces se disfruta” esta vez tocaba solo disfrutar.
Los protagonistas desfilaron por orden alfabético hasta sus sillas al ritmo de A Sky full off Stars, saludando a la grada donde madres, padrinos, abuelos, hermanos y amigos no daban abasto entre aplaudir y hacer fotos y vídeos.
“Es muy emocionante”, confesaba a Cope Lucía, la madre orgullosa de una futura médica de As Somozas. Su hija siempre quiso esta profesión, y ellos, “apoyándola siempre, claro”
Los graduados llegaron al Sar después de hacer la foto de familia en la Plaza da Quintana. “Esta cidade será sempre a vosa casa”, aseguraba la alcaldesa Goretti Sanmartín, que tampoco quiso perderse el acto.
POCAS VACACIONES, PORQUE HAY QUE PREPARAR EL MIR
Erika, de Meis, María, natural de Vigo, Manuel, un venezolano afincado en Santiago y Lirisa, de Cuba, fueron los primeros en acceder a la pista reconvertida en gran salón de actos. La cabeza puesta en este día que llevaban tanto tiempo preparando, así que casi nadie piensa en su futuro más inmediato: "algo de vacaciones, pero sólo unos días porque en enero tenemos el MIR!" ¿Alguna preferencia cuando toque elegir? "Yo lo que no quiero es volver a quirófano", dice rotundamente María. "Yo algo que mezcle un poco de quirófano y algo de consulta, pero aún no sé qué haré", dice Lirisa.
Es el propio alumnado el que elige madrina y padrino de graduación y se notó enseguida que la ginecóloga Efigenia Arias y el traumatólogo Jesús Pino fueron propuesta unánime, por la ovación que les dedicaron los graduados, a ratos en pie mientras ellos intervenían. No les dejaron lecciones magistrales, sino de vida, hiladas a partir de la experiencia personal de cada uno, a ratos emotivas, a ratos con mucho humor. La profesora Arias les advirtió que hay quien piensa que un médico en la familia significa consultas a cualquier hora o facilidad para obtener recetas: "yo les digo que vayan al de cabecera", zanjó. Pino les dio "una mala noticia: no pararéis de formaros en toda vuestra vida" Ambos recomendaron tener siempre como centro de su trabajo a las personas: " a ilusión é o criterio diagnóstico necesario para un gran médico, tendes que mantela todos os anos e sempre, si non seredes... médicos, pero si a mantedes, seredes grandes médicos!" añadía Efigenia Arias. "Ser amable con un paciente actúa más rápido que los antiinflamatorios y los antidepresivos y no tiene efectos secundarios", les dijo Jesús Pino.
LISTA DE AGRADECIMIENTOS HASTA PARA EL CONSERJE
En representación de su promoción, la mayoría, chicas, intervinieron dos alumnas, Pilar Boullosa Isla y Antía Vilas Olveira, que repasaron algunos momentos, buenos y menos buenos, que de todo hubo, claro, en estos seis cursos. Hubo mención al "sueño" de la nueva Facultad de Medicina, que se encontraron cuando llegaron y que ahí sigue, las huelgas para defender sus clases prácticas, algún aprobado general por exámenes publicados ya con las respuestas marcadas, o el covid. "Tercero nunca fue un curso fácil, pero hacerlo con nueve días de prácticas, con clases por Teams y aprendiendo procedimientos clínicos por vídeos tampoco facilitó las cosas".
Sin embargo, recordaban, fue el primer año que "nos vimos vestidos de médicos, y estrenamos con gran orgullo pero ninguna dote, nuestro fonendo". Mención también para las "velas virtuales en la catedral", que se difundían por todos los grupos de Whatsapp para tratar de "afrontar los infortunios". En la lista de agradecimientos no olvidaron ni a Paco el conserje, "dedicado en cuerpo y alma a hacernos la vida más fácil, a dejarnos notas de ánimo, cariño y despedida en las pizarras de clase".
"Hoxe non remata nada, hoxe empeza todo", les recordó el rector, que añadió: "podedes levar con orgullo que a USC é xa a vosa alma mater, para abrirvos todas as portas no voso futuro".