La Catedral de Santiago incorpora una nueva y valiosa obra pictórica a sus fondos

La Fundación Catedral de Santiago anuncia la reciente adquisición de una valiosa obra de arte que, próximamente, pasará a exponerse permanentemente en las salas del Museo Catedral. Se trata de una obra maestra de la pintura española del siglo XIX, relacionada, por temática, con el ámbito jacobeo. Se trata del cuadro de Raimundo de Madrazo La traslación de los restos de Santiago a la sede de Padrón, una pieza de grandes dimensiones, realizada por el artista en 1859.

La exhibición de la obra será posible gracias a la participación de la Fundación “la Caixa” quien colabora con la Catedral para favorecer la conservación, estudio y difusión de su patrimonio cultural.

Con esta nueva incorporación a sus fondos, el Museo Catedral enriquece de forma notable su colección pictórica, formada por piezas que abarcan desde la Edad Media hasta época contemporánea; y en la que figuran, entre otros, artistas como Juan Bautista Celma, Guido Reni, José Antonio García de Bouzas, Gregorio Ferro, Juan Luis López o, desde este momento, el citado Raimundo de Madrazo.

De este modo, el Museo, visitado anualmente por más de 200.000 personas y que conserva una de las colecciones artísticas más importantes de Galicia, cumple su finalidad social de conservar, investigar, difundir y acrecentar unos fondos relacionados con la historia de la catedral compostelana y con el fenómeno jacobeo en general.

LA HISTORIA DE ESTE CUADRO

Con tan solo dieciséis años, Raimundo de Madrazo (Roma, 1841 – Versalles, 1920), ejecutó esta excepcional obra jacobea, la primera que dicho artista presentó a una exposición, hecho por el que es considerada por los expertos, el arranque de una trayectoria artística y profesional plagada de éxitos y reconocimiento.

El cuadro, recientemente subastado por la casa madrileña Fernando Durán, fue adquirido en Sevilla, en 1906, por un coleccionista particular, donde ha permanecido hasta la actualidad. Consta, en la documentación relativa a esta obra, su adquisición por 1.000 pesetas del año 1906, una cantidad considerable para la época.

Mariano Fortuny habría ayudado a su pupilo encargándose de pintar el personaje que aparece al fondo, levantando los brazos; y Cecilia de Madrazo, respectivamente hermana y esposa de ambos pintores, habría posado para la figura del ángel. Otro dato de relevancia es que, en la Hispanic Society of America, en Nueva York, se conserva un boceto de esta obra.

La pieza se encuentra, ya, en los talleres de restauración, donde se realizará un estudio y una evaluación de su estado de conservación y necesidades.