Santiago, ciudad inaccesible para trabajar: "Está veinte años atrás en comparación con A Coruña"

Una prueba más de que las pegatinas de accesibilidad del transporte público en Santiago son solo eso: una pegatina. Nos lo ha mostrado con su testimonio Cristina Chacón. Desde que nació, esta joven sufre una parálisis cerebral que la obliga a emplear una silla a motor. La discapacidad que padece limita su movilidad, pero para nada condiciona su capacidad para trabajar en una redacción de un medio de comunicación, como ha conseguido desde hace unos meses en Santiago. Con lo que no contaba Cristina es que llegar a su puesto de trabajo en la capital de Galicia y en pleno 2025 iba a ser una auténtica carrera de obstáculos. Ella vive en A Coruña y asegura que las posibilidades de movilidad entre su ciudad y la capital de Galicia están no a años luz... pero casi: "a veinte años de retraso en comparación con Coruña" Recuerda como sus familiares, la gente de Cogami... hicieron presión para que las personas con alguna discapacidad pudiesen acceder al autobús: una lucha "de cuando era pequeña", asegura Cristina. El resultado: "en Coruña están casi todas las rampas adaptadas".

más allá del viaje en tren, inviable

En el viaje en tren no tiene problema, porque hay personal de apoyo que la ayuda a acceder y salir del vagón: la cosa se complica cuando intenta llegar desde la estación del tren hasta donde está su empresa. "Es súper complicado coger un taxi: puedes estar esperando media hora o más" además de que tampoco sería asumible para ella abonar diariamente ese importe, de entorno a los 15 euros. El autobús urbano tampoco se lo pone más sencillo, "porque los conductores no están autorizados para echarte una mano, subir y bajar la rampa, tienes que ir con una persona que te acompañe". Y por si fuera poco, la parada más cercana a su empresa, la deja en medio de la nada, "estás en medio de una carretera, literal", dice Cristina en referencia a la rotonda de San Marcos, en dirección al Aeropuerto Rosalía de Castro.

Ella estudió la carrera viviendo independiente, en Valladolid, y tuvo su primer empleo teletrabajando para una empresa de Madrid. La posibilidad por fin de un empleo como periodista y en un centro de trabajo supone un paso adelante en la socialización, por eso no está en sus planes renunciar: "uno de los objetivos en este puesto de trabajo era conocer a gente, ir a tomar un café, salir un poco de casa... porque las personas con discapacidad tenemos muchas trabas en esto también, por eso para mi el trabajo es importante a nivel profesional, pero personal también".

En este momento, Cristina está a la espera de que su empresa le conceda un traslado a la delegación de A Coruña, lo que le facilitaría mucho la vida.  Pero insiste en que la accesibilidad es buena para todos, no sólo para las personas que tienen dificultades de movilidad. Por eso se ha animado a hacer público su caso: "la accesibilidad tiene que ser universal y tiene que ser real en pleno 2025, y tampoco iba a renunciar a mi trabajo, primero porque aprobé un examen que demuestra que estoy capacitada para hacerlo y mi vocación es comunicar, y contar historias y no estoy dispuesta a renunciar", insiste. 

y EL NUEVO CONTRATO DE TRANSPORTE EN SANTIAGO...¿PARA CUÁNDO?

La accesibilidad es una de las cuestiones que se pretende arreglar en el nuevo contrato de transporte publico en Santiago, un proyecto que lleva años de cajón en cajón: se esperaba la licitación para finales de 2024, pero nada. Ahora mismo, desde el concello nos dicen que se están ajustando informes, un paso previo a que sea remitido a la Oficina Nacional de Evaluación, que tiene que dar el ok a un contrato público... así que, seguimos sin fecha para la renovación de un servicio fundamental en la capital de Galicia.