Vista Alegre sigue igual (de mal)

Los vecinos de Vista Alegre ya no saben a qué Santo rezarle para que las obras en su barrio terminen de una vez. Es verdad que habría que aplicar aquí el dicho de: "A Dios rezando y con el mazo dando". En ese sentido, no podemos decir que hayan permanecido impasibles, más bien lo contrario. La asociación vecinal no deja de denunciar la situación esperpéntica que viven.

Los populares se pasaban en los últimos días por el barrio, y constataban que el cabreo es generalizado.

Agustín Hernández, el líder del PP compostelano y candidato a la alcaldía, mostró en COPE su pesar por la situación de Vista Alegre. Lamenta que el gobierno de Martiño Noriega no haya concluido las obras que él dejó licitadas.

Hay deficiencias básicas: carencias en la iluminación, problemas con el tráfico y la accesibilidad o el cableado que sigue al descubierto, poblando las fachadas de los edificios.

Los populares lo denunciaron hace meses y, meses después, esas quejas siguen siendo válidas. No se ha hecho nada por mejorar la situación de los vecinos. Lo más complicado en estas obras de reforma era la demolición de las terrazas de los edificios. Una vez llevado a cabo ese punto, los vecinos respiraron tranquilos, lo demás parecía coser y cantar. No obstante, con el tiempo han visto cómo pequeño arreglos se prolongaban más de la cuenta.

Y luego están los contenedores.

Los instalados no son compatibles con el servicio de recogida, así es que están precintados desde hace muchos meses. Parecía que la solución llegaría pronto. Pero Vista Alegre sigue esperando. Mientras tanto, utilizan unos provisionales. 

¿Será en esta legislatura cuando se recepcionen estas actuaciones o habrá que esperar al próximo gobierno?