Vuelven a circular todos los buses por A Pastoriza (Santiago): "¡Ya era hora!"
Casi cuatro meses después de lo previsto, pero por fin ha quedado abierta totalmente a la circulación la rúa Pastoriza. Vecinos y comerciantes no se explican semejante retraso
Santiago - Publicado el - Actualizado
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"Quedó bastante bien, pero tardó bastante tiempo... y al final acabaron en dos días lo que parecía que llevaba meses hacer, no?". Lo dice uno de los vecinos que desde septiembre ha convivido con la reforma de la rúa Pastoriza. Todavía quedan algunos remates, pero en las últimas horas se restableció totalmente la circulación en ambos sentidos, así que la parada de autobús frente a la capilla que da nombre a la calle vuelve a estar operativa para alegría de las personas que la emplean habitualmente, sobre todo, las de más edad. María tenía que moverse en los últimos meses varios cientos de metros hacia Basquiños o San Caetano para tener servicio, así que ahora asegura que " es maravilloso, es estupendo!... Como no podía andar!"
Hay unanimidad en que las aceras más amplias hacen el tránsito de los peatones más cómodo aunque, este caso no iba a ser distinto, nunca chove a gusto de todos: María José, nacida en Basquiños, preferiría que se hubiese mantenido la piedra en las aceras..."bien colocadas, claro", y no desniveladas como estaban últimamente: "las veo en las fotos que tengo de la calle, mojadas, como brillan como todas las piedras de Santiago, y las voy a echar de menos", asegura.
Delante de su portal está pendiente el remate precisamente entre la acera y la fachada del edificio, también quedan por colocar puntos de luz y algún árbol, y la parada del autobús delante del estanco en dirección San Caetano todavía no está operativa.
Los vecinos miran de reojo a la marquesina que ya está instalada, porque temen que sin paneles laterales, acabe siendo poco más que un banco con techo de pega: "es muy abierta por los laterales, y cuando en invierno hace viento del sur... o del norte... pues se moja uno. Y falta también algo que nos indique a qué hora va a venir el bus de tal sitio o de tal otro, porque ahora está así... muy light!" añade una usuaria del transporte urbano.
Tan “light”, que en estos momentos le falta incluso uno de los paneles del techo, que confirman desde el Concello que sí se va a instalar, los laterales, no está previsto.
La parada del bus está por pintar, igual que la zona de carga y descarga y las dos únicas plazas de aparcamiento que se mantendrán en el tramo reformado.
¿Y QUÉ PASA CON LA CABINA VINTAGE EN MEDIO DE LA ACERA?
Los comercios de la zona entonan el "por fin", después de las dificultades para transportar mercancía o para el acceso de los clientes durante prácticamente ocho meses. Adrián es el responsable de la tienda de electrodomésticos que hay en la calle y asegura que respira "aliviado" y casi la única pega que le pone a la reforma es que se mantenga delante de su escaparate una cabina telefónica en desuso. "Lo único que sobrevivió a las obras", bromea, y nos explica que "al parecer, lleva las cajas de conexión dentro y por eso la han dejado". Aunque apunta que lo lógico sería bajarla a una arqueta, "pero bueno..." Lo que es imprescindible es que, funcione o no, la limpien para que no desluzca el arreglo.
Alivio también para Marcela, que está detrás del mostrador de la cafetería que ha tenido que sobrevivir desde septiembre sin terraza: "la volvimos a poner hace tres días y quieras que no, da otra vida". Cree que quedó "bien", a pesar de que es justo a la altura de su establecimiento donde confluyen acera de cemento pulido y planchas de piedra: "por lo menos está llana, amplia..."
Algo más escéptica, una de las residentes que pasea el perro por la acera en compañía de una amiga y que recuerda otras zonas de la ciudad reformadas en las que parece que nunca llega el remate final: "veremos a ver cómo está dentro de equis meses o así, y si no empieza a levantarse, como pasa en Concheiros". "Bueno mujer... la carretera no sé, pero las aceras quedaron bien", le insiste su acompañante. Otra vecina, contenta con el resultado en A Pastoriza, señala los "daños colaterales" que han tenido y que el Concello tiene que asumir ahora: "que arreglen lo que estropearon por la avenida de Coimbra y allí donde están los patos, junto al Auditorio, que está todo... fochancas por aquí, fochancas por allá". Esas dos calles soportaron un importante incremento de tránsito mientras duró la reforma. Una de ellas, Burgo das Nacións, está incluida en el plan de mejoras de firme que el ayuntamiento anunció para las próximas semanas.