Por qué Milei pone en riesgo casi un centenar de barcos de capital gallego que pescan en Argentina
El nuevo presidente quiere cambiar el sistema de acceso a los caladeros del país, en los que pescan desde hace décadas decenas de barcos de capital galleego
Galicia - Publicado el - Actualizado
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La pesca gallega tiene un reto, uno más. Adaptarse al nuevo marco que pretende aprobar el nuevo presidente de Argentina Javier Milei.
Hasta ahora el país ha tenido un marco proteccionista para gestionar sus caladeros. Para ir a pescar allí los armadores tenían que utilizar barcos de pabellón argentino, tener una parte de la plantilla nacional y descargar en puertos de allí.
Así lo están haciendo unos 80 barcos de armadores de puertos como el de Vigo, que se adaptaron y llevan décadas faenando calamar, langostino o merluza en Argentina. Algunos se han hecho con derechos importantes de cuotas pesquera. Iberconsa, por ejemplo, con sede en Teis, tiene actualmente una cuota de casi el 15% de la merluza austral.
¿Liberalizar el sistema?
Pues bien, tras el cambio de gobierno en el país Javier Milei quiere liberalizar el sistema. Que cualquiera pueda acudir a una subasta y llevarse los derechos de pesca.
En ese nuevo marco evidentemente los gallegos van a poder optar a hacerse con cuotas de captura, pero hay temor a que los barcos asiáticos les quiten esos caladeros.
De todos modos, Javier Touza, el presidente de la Cooperativa de Armadores de VIGO (ARVI) llama a la calma y espera que finalmente los gallegos podamos seguir en Argentina.
"Consideramos que somos una parte muy importante en la pesca argentina, los hemos posicionado como una de las principales potencias pesqueras a nivel mundial", explica en Herrera en Cope Vigo.
Veremos qué ocurre finalmente, la posible expulsión de los barcos gallegos de Argentina puede tener también consecuencias para la industria naval.
Los astilleros de Vigo y Burela han construido estos años hasta 7 buques de los que se utilizan para pescar en esa zona del Atlántico Sur. También es habitual que los barcos de capital gallego acudan a talleres de la comunidad para hacer mantenimiento y reparaciones.