El Ayuntamiento rebaja la temperatura de las Caldas de Lugo a 30º para cumplir la normativa

El Ayuntamiento considera que se trata de un nuevo boicot de la Xunta a una iniciativa municipal, porque el proyecto recibió en su día luz verde de la administración autonómica

Caldas do Miño

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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La Xunta de Galicia ha informado de que, apenas dos semanas después de su apertura, el Ayuntamiento de Lugo ha rebajado la temperatura del agua en las Caldas do Miño a 30 grados para cumplir con la normativa sanitaria, dado que se considera que este complejo -formado por siete piscinas al aire libre con el agua a diferentes temperaturas- tiene un uso recreativo y no terapéutico.

Según la información facilitada por la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia, inspectores del área de Saúde Pública comprobaron que el agua de las piscinas estaba a más de 36 grados de temperatura en días pasados, algo que solo se permite para aguas termales o minerales -o a 36 grados, para hidromasajes-.

Sin embargo, en la inspección que llevaron a cabo este martes, confirmaron que el Ayuntamiento de Lugo había “cumplido con la exigencia de rebajar la temperatura del agua a 30 grados, adaptándose así a lo estipulado en el Real Decreto de Piscinas, que permite a su vez garantizar las condiciones higiénico sanitarias”.

En la inspección realizada esta mañana los funcionarios de la Xunta detectaron otros “incumplimientos” que el Ayuntamiento debe “corregir”, como la “obligatoriedad de dar de alta” a esta instalación en el Siloe, el Sistema de Información sobre Piscinas del Ministerio de Sanidad.

También faltaba “información a los usuarios” y había demasiado “cloro en uno de los vasos”.

ERRORES O BOICOT

“Con el objetivo de que el Ayuntamiento corrija estos errores, Saude Pública realizará un requerimiento” a la administración local, subraya la Xunta, además de realizar “posteriores inspecciones” para garantizar el cumplimiento “de todas esas exigencias, tal y como se hace con cualquier instalación de este tipo”.

Por su parte, el Ayuntamiento de Lugo opina que lo sucedido con las caldas es un nuevo "boicot" de la Xunta de Galicia a una inicativa municipal, habida cuenta de que la administración autonómica le dio luz verde al proyecto presentado en su día por la administración local.