El deán de la catedral de Lugo pide que "se aplique la ley" para acabar con conductas incívicas
La Policía Local identificó el pasado fin de semana a doce jóvenes que estaban orinando en la vía pública en el entorno de la basílica de la ciudad, que es bien mundial
Lugo - Publicado el - Actualizado
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El deán de la catedral de Lugo, Mario Vázquez Carballo, ha pedido a las "autoridades" que "se aplique la ley" para evitar las conductas incívicas que están deteriorando este templo del siglo XII, declarado Patrimonio de la Humanidad y ubicado en un entorno del casco histórico en el confluyen tres bienes mundiales: la propia basílica, el Camino Norte de Santiago y la muralla romana de la ciudad.
Después de que agentes de la Policía Local identificasen y denunciasen el pasado fin de semana a doce jóvenes que estaban orinando en la vía pública en esa zona del casco histórico, ocho de ellos en la Praza de Pío XII, a donde da la fachada de la seo lucense, Vázquez Carballo afirmó que se trata "de un acto de muy mala educación, que hay que remediar con la aplicación de la ley".
"Hacer las necesidades contra los muros de la catedral, en la vía pública o contra cualquier casa es incívico, es un acto de muy mala educación que hay que tratar de remediar aplicando la ley", añadió el deán, porque "sólo aplicando la ley", con las correspondientes sanciones, "es como alguna gente entiende".
"No todo vale"
"Tenemos que actuar, no todo vale", insistió Mario Vázquez, quien pidió a las "autoridades" que sigan tomando "las medidas pertinentes" para trata de acabar con este tipo de comportamientos, que no sólo degradan el propio templo, sino también el entorno en el que se encuentra ubicado, en pleno corazón del casco histórico de Lugo.
La sanción propuesta por la Policía Local para cada uno de los doce jóvenes identificados el pasado fin de semana mientras orinaban en el entorno de la catedral asciende a 900 euros.
El Concello de Lugo ha incrementado la vigilancia en esa zona de la ciudad, precisamente con la intención de acotar ese tipo de conductas incívicas, que han acelerado el deterioro, entre otros elementos, de la puerta norte de la catedral.