La planta de biometano de Lugo: Rueda y Alvarellos, atrapados entre la ley y las protestas vecinales

Los vecinos protestaron ayer en el lugar en el que se reunieron el presidente de la Xunta y la alcaldesa, pero ambos coincidieron en que la clave está en los técnicos

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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Vecinos de Coeses y de otras parroquias del municipio de Lugo afectadas por la posible implantación de una planta de biometano se concentraron este martes ante la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en la capital lucense para expresar su oposición a este proyecto, coincidiendo con la visita del presidente gallego, Alfonso Rueda, para reunirse con la alcaldesa, Paula Alvarellos.

Este miércoles finaliza el plazo para la presentación de alegaciones a ese proyecto y uno de los vecinos concentrados ante la Delegación de la Xunta, Raimundo, explicaba que ellos, por su parte, “hicieron todo” lo que pudieron para explicitar todas las consecuencias negativas que puede suponer para los residentes y para el medio ambiente del municipio la implantación de la planta de biometano.

No sabemos si será suficiente, pero hicimos todo lo que pudimos”, aseguró, porque “es una planta que estaría muy cerca de los núcleos urbanos, que podría contaminar las aguas subterráneas, el aire y provocaría muy malos olores. Además la circulación de camiones sería muy intensa, con el paso de unos treinta al día”.

Hemos reunido más de 4.500 firmas”, recordó este portavoz de la oposición vecinal, quien aseguró que habrá movilizaciones en contra de la planta “después del verano, para que “la gente se entere de lo que realmente significaría que una planta de esas características comenzase a funcionar en Coeses. “

Afectaría a todo el municipio. También a la ciudad”, afirmó, pero “hay mucha gente que todavía no está informada”.

RUEDA Y ALVARELLOS

Este asunto también salió en la reunión que mantuvieron Rueda y Alvarellos. La alcaldesa, después de ese encuentro entre ambos, recordó que la planta de biometano estaría a unos “cuatro kilómetros en línea recta de la ciudad”.

A su juicio, “no se puede priorizar el interés privado sobre el interés público”. Recordó, además, que “Lugo es muy grande” y puede haber “otros sitios” más adecuados para la implantación de una planta de esas características.

Rueda y Alvarellos recordaban que Xunta y Ayuntamiento tienen que cumplir la ley

En cuanto al margen de actuación que tiene el propio Ayuntamiento, recordó que los promotores de la planta ya presentaron solicitud de licencia una vez y les fue “denegada”. En todo caso, también reconoció que si la Declaración de Impacto Ambiental, que tiene que tramitar la Xunta, fuese positiva, la concesión de la “licencia es un acto reglado”.

Por su parte, el presidente de la Xunta de Galicia recordó que el proyecto de la futura planta de biometano está en el proceso de “evaluación técnica”.

Es nuestra obligación”, recordó Rueda, “evaluar” esa iniciativa industrial desde “el punto de vista ambiental”, pero también dejó claro que, aunque “hay protestas vecinales”, si esos “informes son positivos”, la “Xunta de Galicia tiene que cumplir con su obligación”.

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