Lugo celebra este domingo la “indulgencia plenaria, cotidiana y perpetua” de su catedral basílica

Lugo volverá a celebrar la renovación de la “indulgencia plenaria, cotidiana y perpetua” de la que pueden disfrutar aquellos que visiten su catedral basílica, dado que solo existe otro “caso en el mundo” de “semejante privilegio”, el llamado “Perdón de Asís”, porque en esta localidas italiana también puede ganarse la indulgencia cada día desde el año 1968.

Para celebrar el VI aniversario de la renovación de ese privilegio papal, que ostenta la catedral de Lugo desde 1860, el vicario general de la Diócesis de Lugo y deán de la basílica, Mario Vázquez Carballo, presidirá la eucaristía que se celebrará este domingo, día 13 de noviembre.

Vázquez Carballo recuerda que, en Lugo, en la catedral basílica de Santa María, “todos los años son años santos”, dado que ostenta el privilegio de tener expuesta la Sagrada Forma las 24 horas de los 365 días del año”.

Ese privilegio, precisó, es el origen de otro que también ostenta la catedral, la “indulgencia plenaria cotidiana y perpetua” que pueden alcanzar cada día las personas que visiten el templo.

ORIGEN

La Indulgencia Plenaria en la Catedral fue concedida en 1860, cuando José Ríos Lamadrid era obispo de Lugo, según la documentación existente en el archivo capitular de la propia basílica. Entonces, el Papa Pío XI promulgó la “indulgencia plenaria” todos los meses del año para aquellos fieles que se confesasen, comulgasen y visitasen al Santísimo Sacramento.

En 1867, el obispo Ríos Lamadrid, que viajó a Roma para asistir al centenario del Príncipe de los Apóstoles, le transmitió al Papa Pío XI la petición del cabildo de la catedral para que la indulgencia mensual fuese extensiva a favor “de todos aquellos” que recibiesen “la sagrada comunión en esta Santa Iglesia Catedral”.

A su regreso, el prelado le comunicó al cabildo que, en audiencia privada, el Papa le concedió “indulgencia plenaria perpetua a todos los fieles que en cualquier día del año” comulgasen en la catedral con las debidas disposiciones.

Precisamente, en el año 2016, el actual obispo de Lugo, Alfonso Carrasco, presentó ante la Santa Sede la documentación hallada en el archivo capitular y la petición para renovar dicho privilegio, solicitud que fue concedida por decreto de la Penitenciaria Apostólica el 10 de octubre de 2016.

En el Decreto de la Penitencia Apostólica se señala que “los fieles podrán ganar la indulgencia cualquier día del año a condición de que cumplan las condiciones habituales”, es decir, “confesión, comunión y oración por las intenciones del Sumo Pontífice”, además de visitar “piadosamente el Santísimo Sacramento expuesto públicamente con el fin de adorarlo durante un adecuado espacio de tiempo”.