¿Por qué se oponen los vecinos de Lugo a la planta de biometano de Coeses?

Cientos de vecinos se manifestaron la pasada noche porque opinan que la fábrica contaminará sus pozos y el aire, además de suponer un peligro por los depósitos de ácido

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Los vecinos de Coeses están muy preocupados por el proyecto de la planta de biometano

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Cientos de vecinos se manifestaron a última hora de este jueves por la Ronda da Muralla y frente a la Delegación Territorial de la Xunta de Galicia en Lugo contra la implantación de una planta de biometano en un monte vecinal de la parroquia de Coeses.

La oposición a este proyecto, que está en período de exposición pública hasta el día 10 de julio, es muy fuerte. Por ello, quisimos saber algo más sobre él y sobre los motivos que tienen a los residentes en varias parroquias del municipio en pie de guerra contra esa iniciativa empresarial.

Manolo vive en Coeses. Nos explica que la propia empresa, en el proyecto, reconoce que "emitirá vertidos al río Miño y gases contaminantes", además de producir "olores muy molestos". Para los vecinos, la posibilidad de que la planta se instale en la ubicación prevista los tiene "en un sin vivir".

Recuerda que en esa zona del municipio de Lugo "casi nada vive ya de la ganadería". En realidad, precisó, "se ha convertido en una zona residencial, donde vive mucha gente que tiene su trabajo en otro lugar y ha elegido el campo para estar más tranquila que en la ciudad".

A su juicio, ese modo de vida es totalmente incompatible con la presencia de una planta de esas características. "Los vertidos acabarán por contaminar nuestros pozos, con los que nos abastecemos de agua, porque no tenemos traída municipal. Cada uno usa el suyo".

También hay fuentes públicas y los vecinos temen que el agua resulte contaminada por la activida de esa planta.

Ácido sulfúrico puro

Por otra parte, preocupan mucho "los depósitos de ácido sulfúrico puro" que la empresa utilizará para tratar los residuos que después convertirá en biometano. "Si hay cualquier tipo de accidente, todo el pueblo podría quedar arrasado", lamenta Manolo.

El plazo para presentar alegaciones termina el día 10 de julio. En ese están los vecinos de las parroquias afectadas. Además, tienen previsto continuar con sus movilizaciones.

Han convocado una nueva manifestación para ese día, pero si nadie les hace "caso", Manolo asegura que las protestas se endurecerán.

"Si hace falta, llegaremos a cortar carreteras", aseguró.

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