El río Miño lleva demasiada agua: la restauración del puente romano de Lugo tendrá que esperar

La proyectada reparación de la Ponte Romana de Lugo tendrá que esperar, dado que el elevado caudal del río Miño impide ejecutar las obras este verano en condiciones de seguridad, según ha informado la Tenencia de Alcaldía, que también ha confirmado que la partida presupuestaria que el Ayuntamiento había reservado para esos trabajos ha sido utilizada para abordar el arreglo de otras “infraestructuras públicas” de la ciudad.

“La renovación integral de las estructuras afectadas en la Ponte Romana no podrá realizarse este año debido a las condiciones climáticas, dado que en la actualidad el río traslada un caudal de 15 metros cúbicos de agua por segundo”, precisa el gobierno local, lo cual impide que esos trabajos puedan realizarse en condiciones de seguridad.

Además, el Ayuntamiento de Lugo informa de que “con el objetivo de optimizar los recursos municipales, y ante la imposibilidad de ejecutar estos trabajos en este ejercicio presupuestario, la partida reservada para esta actuación se utilizó para el arreglo de otras infraestructuras públicas, buscando garantizar el bienestar del vecindario en toda la ciudad”.

SE HARÁ CUANDO SE PUEDA

De todas formas, también aclara que la reparación de la estructura del puente se realizará “cuando las condiciones climáticas lo permitan”, dado que son trabajos que hay que realizar en período de estiaje para garantizar la seguridad tanto de la estructura como del personal”.

De hecho, la Tenencia de Alcaldía ha confirmado que reservará otra partida en el próximo presupuesto municipal para abordar la renovación de la Ponte Romana y, mientras tanto, los servicios técnicos del Ayuntamiento de Lugo seguirán evaluando el desgaste de la estructura y la situación de los elementos consolidados el pasado verano.

Durante la época de menor caudal en el año 2023, el Ayuntamiento realizó una intervención para reparar los daños ocasionados en el puente por la crecida de caudal del invierno, con el objetivo de garantizar la integridad de los pilares y frenar el desgaste de la estructura.

EL PUENTE ESTÁ PROTEGIDO

En esa intervención se colocaron láminas de madera hidrófuga reforzadas por una estructura que permite frenar la erosión del agua, además de sustituir algunos de los sillares dañados, para garantizar un mejore estado de conservación de la Ponte Romana.

El Ayuntamiento precisó que esa intervención se hizo “siguiendo las recomendaciones de un estudio de arquitectura con más de 35 años de experiencia en la consolidación, reparación y rehabilitación de puentes de piedra”.

De acuerdo con sus recomendaciones, “la solución definitiva debe ejecutarse en la época de bajo caudal de agua del río, dado que los procedimientos constructivos para la ejecución de la restauración son mucho más complejos con caudal alto”.