"Se ha roto un proyecto de vida"

La historia que escuchamos este jueves en la Cadena Cope es la de una vecina más del municipio de Lugo afectada por el retraso que acumula la aprobación del 5% restante del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Lleva más de veinte años esperando por una resolución que no termina de llegar. Todo ese tiempo se ha llevado por delante “un proyecto de vida”.

Pilar Gandoy nos cuenta que compró una finca en una zona rural del municipio de Lugo para construir una casa en el año 2001. Finalmente, después de mucho batallar, ella y su familia consiguieron que el PXOM de Lugo le permitiese edificar al menos en una parte de la parcela. Sin embargo, ese no fue, ni mucho menos, el final del camino.

El PXOM de Lugo fue aprobado en 2011, pero con la mala fortuna en su caso de que su parcela quedó dentro del 5% que aún está pendiente de ser ratificado de forma definitiva. Han pasado más de veinte años, ya ha criado a sus hijos. En esas dos décadas, se ha ido al traste lo que ella misma califica como “un proyecto de vida”.

"MEDIO PROYECTO"

Está dolida. No es para menos. Opina que a los políticos que “hacen mal su trabajo” debería “irles al sueldo”. A ella y a su familia nadie ni nada va a devolverles el dinero invertido ni las ilusiones ratos. Tampoco todo el esfuerzo que han empleado para sacar adelante un proyecto que, al final, al menos de momento, se ha quedado en nada.

Solo conserva la esperanza. La ilusión, al menos, de que este asunto se arregle de una vez por todas, y de que al menos pueda disfrutar con su familia “de un medio proyecto de vida”. De su casa, en la parcela que compró con tanto cariño, aunque ya sea de cara “a la jubilación”.

NO ES UN CASO AISLADO

El suyo, por desgracia, no es un caso aislado. Hay familias que incluso tienen paralizada desde años el reparto de las herencias de sus padres y abuelos, dado que hacerlo antes de que ese 5% del PXOM quede aprobado, podría dar lugar a desequilibrios difícilmente subsanables. A nadie se le escapa que no es lo mismo ser propietario de un terreno edificable que de una finca rústica.

Por cierto, esa demora también favorece el abandono de tierras en el rural, dado que, si los propietarios tuviesen seguridad jurídica, seguramente tendrían otro uso.