El jefe provincial de Tráfico reconoce que “el otoño es especialmente complicado” en carreteras de Lugo
Empeora el tiempo, bajan las horas de luz y empeora la visibilidad en la red viaria de la provincia
Lugo - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El jefe provincial de Tráfico de Lugo, Ángel Álvarez, reconoce que, con la llegada del otoño, comienzan unos meses que son “especialmente complicados y trágicos” en lo relativo a los accidentes de circulación, especialmente en aquellos que los que se ven implicados los usuarios vulnerables, que son los peatones, los ciclistas y los motociclistas.
Aunque los datos no son especialmente negativos en relación con ese tipo de accidentes en lo que llevamos de año, recordó que “nunca se puede bajar la guardia”, especialmente en un momento en el que hay menos horas de luz y la visibilidad es menor en las vías interurbanas.
En ese sentido, recordó la importancia de “mantener la atención en la carretera” e insistió en que “no hay desplazamientos de trámite”, porque cualquiera puede tener un accidente grave en un trayecto por el que circula varias veces al día o a la semana.
De hecho, recordó que, además de factores predominantes en los accidentes mortales o graves, como son la combinación de alcohol y conducción o circular a una velocidad excesiva o inadecuada, en lo que llevamos de año han aumentado mucho, porcentualmente, las distracciones al volante como causas de siniestros con fallecidos o heridos hospitalizados.
"SALVAR VIDAS"
Por ello, porque “aún estamos a tiempo de salvar vidas”, también recordó la importancia de que todos los conductores “tengan en cuenta” a la hora de circular con sus vehículos a los demás usuarios de la vía, porque “todos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes”.
También insistió en la importancia de que los peatones “circulen correctamente”. Que transiten, siempre que puedan, por zonas debidamente habilitadas, pero también que hagan uso de los “chalecos reflectantes”.
Ante el inicio de una estación en la que se reducen las horas de luz, recordó que el uso del chaleco reflectante “permite que los peatones sean vistos” por los conductores a una distancia de 150 metros.
“Si no se hace uso de ese chaleco, esa distancia puede reducirse a 20 o 30 metros”, aclaró, por lo que el riesgo de ser arrollado por un vehículo también es mucho mayor.