La “escasez” de animales para Suprema tira de los precios hacia arriba

Los productores aclaran que, aún así, es insuficiente para cubrir la subida de los costes y avisan de que actual situación llevará a granjas al cierre

Vaca rubia

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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El presidente de la asociación Gandeiros Galegos da Suprema, Santiago Rego, ha informado de que la “escasez” que existe ahora mismo en el mercado de las canales al amparo de la marca de calidad está tirando por el precio hacia arriba, de modo que se sitúa entre 5,70 y 5,80 euros por kilo, pero todavía sigue lejos de cubrir los costes de producción, lo que aboca a muchas granjas “al cierre”.

En declaraciones a Cope Lugo, Rego precisó que esa “escasez de animales” para cubrir la demanda de Ternera Gallega Suprema se debe, en parte, a que algunas explotaciones tomaron finalmente la decisión de cerrar sus puertas y “han sacrificado a reproductoras”.

“Otros años esta situación era impensable. No se planteaba la posibilidad de que faltasen animales para abastecer el mercado en el mes de enero. Al contrario, siempre había excedentes, hasta el punto de que había recurrir a la planificación de partos para evitar, precisamente, que hubiese mucha más oferta que demanda en esta época del año”, explicó Rego.

OFERTA Y DEMANDA

“Como el mercado se rige por la oferta y la demanda, esta situación ha hecho que subiese el precio”, dijo Rego, pero todavía está “muy lejos” de llegar a un mínimo para cubrir los costes de producción y dejar cierta rentabilidad en las granjas.

Los costes de producción “también han subido” y, en este momento, “el incremento de precio de los piensos” es uno de los principales problemas a los que tienen que hacer frente las explotaciones de carne.

“El precio de los cereales ha bajado, pero el precio por tonelada de los piensos sigue subiendo. Estamos pagando quinientos euros por toneladas. Eso sumado a la subida del combustible y de otros costes hace muy difícil la supervivencia de algunas explotaciones”, reconoció.

De hecho, aseguró que el abonado de las tierras, al precio que van los fertilizantes, “en torno a unos 1.000 euros por tonelada”, es un “un lujo” que a día de hoy la mayoría de las explotaciones de carne “no puede permitirse”.

Rego recordó que el sector cárnico “forma una cadena” y para que “todos los eslabones puedan tener su margen, el primero que tiene que sobrevivir es el productor, porque de lo contrario no hay producto para genera esa cadena de valor”.