Éxito de público y ventas en la Feira do Capón de Vilalba (Lugo)

Finalmente, entraron en la feria unos 300 ejemplares de los casi 1.300 censados, que se vendieron entre 120 y 160 euros, en función de su peso y presentación

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

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Miles de personas se pasaron este jueves por la carpa instalada por el Ayuntamiento de Vilalba en pleno centro de esta localidad, en la Praza da Constitución, para celebrar la tradicional Feira do Capón, todo un clásico en las jornadas previas a la celebración de la Nochebuena, que recuperó de forma definitiva su tirón, después de los años marcados por la pandemia.

De los 37 productores censados para la feria de este año, finalmente solo 21 llegaron a traer ejemplares a la feria, dado que, en las jornadas previas, muchos venden sus capones directamente a los clientes que se los encargan año tras año o incluso en sus propios domicilios.

Para esta edición de la feria había censados 1.238 ejemplares de este codiciado producto, de los cuales, alrededor de 300 entraron en el recinto para su venta al público, muy numeroso en la carpa durante toda la jornada.

En cuanto a las ventas, comenzaron a buen ritmo, nada más abrirse la carpa, a las diez de la mañana, y cerca de la una del mediodía ya quedaban pocos ejemplares sobre las cestas de los criadores.

En cuanto a los precios, oscilaron entre los 120 y los 150 euros por ejemplar, en función de su peso. Según aseguraron algunos criadores, llegaron a venderse capones de Vilalba, los más grandes y con muy buena presencia, por cerca de doscientos euros.

Según la información facilitada por el propio Ayuntamiento de Vilalba, había un centenar de capones más censados que en la pasada edición, lo cual es una “buena noticia” para los promotores de la feria, así como el hecho de que haya “tres criadores más, de reciente incorporación”, habida cuenta de que el relevo generacional es fundamental para garantizar el futuro de este producto.

En realidad, la celebración de esta feria es el colofón a muchos meses de trabajo por parte de los criadores del Capón de Vilalba, que cuidan con mimo a sus animales para acreditar la calidad que distingue a este producto como uno de los manjares más reconocidos y apreciados de la Navidad.

PROCESO DE CRIANZA

Con una edad comprendida entre 45 y 60 días, y un peso superior a un kilo, los animales son castrados quirúrgicamente -de ahí viene su nombre-. Tras recuperarse de la intervención, comienza su crianza, al aire libre y con un alimentación natural. Finalmente, por San Martiño -a mediados de noviembre-, los animales son guardados en las 'capoeiras' y comienza su proceso de engorde, con harina de maíz, patatas cocidas y castañas.

Son sacrificados con una edad mínima de 150 días y un peso superior a 3,5 kilos, aunque la mayoría de los ejemplares presentados por los criadores se aproximan a los cinco kilos. En cuanto al precio, depende de la oferta y de la demanda, pero suele rondar los cien euros por ejemplar.

Con el paso de los años -la irrupción de las nuevas tecnologías y otros canales de comunicación entre compradores y criadores-, ha cambiado también la forma de vender este producto, de modo que muchos de los ejemplares censados son adquiridos por los clientes directamente en las casas de los propios productores.

Esa circunstancia resta afluencia de ejemplares de Capón de Vilalba -un producto cuya calidad está avalada por la Indicación Geográfica Protegida- a la propia feria, que mantiene en todo caso su esencia como vehículo de promoción y punto de encuentro entre compradores y criadores.

Como es habitual cada año, el Ayuntamiento también hizo entrega en el transcurso de la feria de los premios a los criadores que presentaron el Mejor Par de Capones y la Mejor Cesta. También hubo un galardón para el Mejor Criador y un premio especial.

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