La Guardia Civil desarticula dos mataderos clandestinos de corderos en Lugo
Los animalistas piden multas de 100.000 euros para los responsables de las instalaciones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Guardia Civil, en el marco de la Operación Matachines, ha desarticulado dos mataderos clandestinos de corderos en el término municipal de Lugo, situados en las parroquias de Esperante y San Xoán de Pena, en el lugar de Nadela.
La investigación se centró en varias fincas particulares y explotaciones ganaderas, en las que supuestamente se estaban llevando a cabo sacrificios de animales “sin supervisión veterinaria y sin cumplir la normativa de sanidad animal”.
En el primero de los casos, agentes de la Benemérita incautaron en una finca situada en el lugar de Esperante 24 canales de animales -que fueron puestos a disposición de una empresa autorizada para su destrucción- y 108 cabezas de ganado ovino, que se encontraban “confinadas en dos corrales, uno de ellos portátil, a la espera de ser sacrificadas”.
Los animales quedaron en custodia del propietario de la finca hasta que se determine su destino final.
En este caso, no existía explotación ganadera registrada, careciendo los animales de identificación que pudiera justificar su trazabilidad, tratándose según la investigación de “un matadero clandestino con fines lucrativos por parte de su propietario”.
En el segundo caso, tras una inspección efectuada en una explotación ganadera situada en Nadela, se intervinieron tres canales -dos de ellos los llevaba uno de los denunciados en bolsas que fueron incautadas cuando abandonaba el lugar-, una res -que estaba recién sacrificada colgada en un cobertizo- y restos de otros nueve animales sacrificados, como pieles o vísceras.
En la investigación colaboran los veterinarios de medio rural de la Xunta de Galicia en Lugo.
La operación policial fue iniciada el pasado mes de julio y continúa abierta en la actualidad, con la colaboración de veterinarios de la Consellería de Medio Rural.
Multa de 100.000 euros a los responsables
Por su parte, la Asociación Animalista Libera ha solicitado a la Xunta de Galicia que imponga una multa de 100.000 euros a los responsables de los dos mataderos.
Desde el colectivo animalista han pedido que se sancione a las personas que mantenían “estos centros irregulares” y que se amplíen las pesquisas administrativas a “todos aquellos ganaderos o personas particulares que hayan podido emplear estas instalaciones”, a sabiendas además de su ilegalidad.
De este modo, se aplicaría la sanción máxima para este tipo de sucesos, en los que se podría provocar la “muerte intencionada de un animal sin el preceptivo aturdimiento previo”, de acuerdo con la Ley 32/2007 del 7 de noviembre para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio.
Libera ha recordado asimismo que la muerte sin aturdimiento todavía es “objeto de rumores” en el entorno rural, donde se producen “infinidad de casos” en el marco de las “matanzas familiares”, donde el animal sacrificado “no supera ningún control antes ni después de la ejecución” y es “despedazado para consumo humano en la clandestinidad”.
Los animalistas también han preguntado por el posible decomiso de los animales vivos que permanecían en estos mataderos ilegales, y que “podrían ser objeto de traslado a centros de recuperación especializados”, ya que “no existe trazabilidad sobre los mismos” y su destino puede ser “un santuario o una reserva de la comunidad gallega”.