¿Qué se hace con la madera quemada?

El voraz incendio de Trabada calcinó unas 2.500 hectáreas de superficie. En realidad, buena parte del territorio quemado son plantaciones de eucalipto, perfectamente ordenadas en un municipio donde el monte es productivo. Como su propia alcaldesa, Maira García, reconoció, es una especie de “banco sin intereses” al cual los vecinos confían parte de sus ahorros.

Empresarios de la madera aseguran que las pérdidas ocasionadas por el incendio de Trabada pueden rondar los quince millones de euros y el Ayuntamiento calcula que la retirada de los árboles quemados puede demorarse durante años.

Pero la gran pregunta que se hace mucha gente es, precisamente, qué se hace con toda esa madera quemada. Si realmente puede ser utilizada igualmente para la elaboración de pasta de celulosa, de modo que los propietarios no perderían completamente el valor de su propiedad forestal.

Alberto Rojo es ingeniero de montes y profesor en la Escola Politécnica Superior del Campus de Lugo, además de presidente de FSC, una organización sin ánimo de lucro que promueve la gestión forestal sostenible. Explica que, en principio, los eucaliptos quemados ya no valen para hacer pasta de celulosa.

NO SIRVE PARA PASTA DE CELULOSA

“Normalmente no se suelen emplear en la fabricación de pasta de celulosa”, precisa, porque “a la celulosa le salen unas pequeñas manchas, sale manchada, lo que devalúa la calidad de la propia celulosa y, por lo tanto, su precio”.

Eso hace que, en líneas generales, las empresas que se dedican a la fabricación de pasta de papel no se muestren interesadas en la compra de madera de eucalipto afectada por un incendio.

En todo caso, también aclara que, todo depende de la forma en la que se haya producido el incendio y del nivel de afectación de la madera. Si el fuego ha pasado “de forma rápida” y solo ha afectado “a la corteza de los árboles” o si, por el contrario, las llamas han penetrado en los propios troncos.

Si solo ha afectado a la corteza, “entonces la madera se descorteza” y puede utilizarse igualmente.

En cambio, si el fuego ha afectado a la madera, ya no podrá emplearse para la fabricación de celulosa, de modo que su destino será “el triturado” para la fabricación de compuestos o bien “para quemar, como biomasa”.