Ayuntamiento y distribuidores discrepan sobre las condiciones del reparto tras la peatonalización del casco histórico de Lugo

El Ayuntamiento de Lugo y las empresas que se encargan de realizar el reparto de productos en el casco histórico de la ciudad, que en estos momentos está en obras para completar su peatonalización, discrepan con respecto a la organización del horario de carga y descarga y sobre el peso máximo permitido para los vehículos, que no pueden superar los 3.500 kilos. 

El gobierno local les ha presentado una propuesta a los representantes del sector que supone un incremento de las zonas de carga y descarga habilitadas hasta este momento en el recinto amurallado. En concreto, una vez que finalicen las obras de peatonalización y se active en el casco histórico la Zona de Bajas Emisiones, habrá ocho dársenas más habilitadas, de modo que habrá un total de 21 distribuidas estratégicamente por el centro.

• Los nuevos puntos de carga y descarga serán habilitados en Antón Fraguas, Tuñas Bouzón, María Balteira, Xoan Montes, Castelao, Nóreas, San Fernando y Praza Anxo Fernández Gómez.

de acuerdo en la zonas de carga y descarga, no en los horarios

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Hostelería y Alimentación, Eloy García, considera adecuados los puntos de descarga, pero no así el horario ni el peso máximo de los camiones.

En concreto, en relación con los horarios, el Ayuntamiento de Lugo pretende limitar el período de reparto a tres horas por la mañana -de 08:00 a 11:00 horas- y a dos horas dos días por la tarde -de 15:30 a 17:30 horas. Con respecto al peso de los vehículos, rechaza la entrada de transportes con más de 3.500 kilos de peso.

Eloy García recuerda que en el centro histórico de Lugo hay más de “160 locales de hostelería”, de modo que realizar el “reparto en tres horas es humanamente imposible”. Por otra parte, lamenta que el horario de descarga por las tardes se limite solo dos días a la semana porque “son horas bastante muertas y estábamos funcionando bastante bien, sin ocasionar mayores problemas”.

• Con respecto al veto a camiones superiores a 3.500 kilos, afirma que, si esa medida llega a aplicarse, las empresas “dejarán de hacer el reparto”.

“El reparto de cervezas o refrescos implica el uso de unos camiones con unas determinadas características. Ese límite de peso implicaría una carga de una tonelada como máximo, lo cual es inviable desde el punto de vista económico para las empresas”, añadió.

Por otra parte, opina que tampoco sería muy sensato desde el punto de vista de la movilidad, porque “implicaría llenar el centro de Lugo con unos 500 camiones”, precisó.

En todo caso, después de presentar esta propuesta, el Ayuntamiento de Lugo se ha mostrado dispuesto a incorporar aquellas aportaciones del gremio “que tengan encaje legal y que no sean incompatibles con otros usos de la zona”.