La broma sale cara: la falsa alarma de "un niño" moviliza a varias patrullas de policía, dos camiones y a una furgoneta de bomberos en Lugo

A causa de este suceso, la Policía Local inició una investigación y el supuesto niño de "ocho años" resultó ser un joven de 18 que usó el móvil de su abuela para llamar a los servicios de emergencias

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La llamada de un "niño" para alertar de la existencia de un incendio en una vivienda de la ciudad, que en realidad nunca llegó a producirse, provocó la movilización de un importante dispositivo de emergencias, formado por dos camiones y una furgoneta del Parque de Bomberos, así como varias patrullas de policía.

Los hechos ocurrieron, según informó la Policía Local este lunes, el pasado 29 de enero. Efectivos del Servizo de Extinción le comunicaron a la Sala Operativa del 092, el teléfono de emergencias de la Policía Local de Lugo, que "un niño" había informado sobre la existencia de un incendio en una vivienda de la ciudad.

De inmediato, se desplazaron al lugar indicado dos camiones de Bomberos y una furgoneta, así como varias patrullas de la Policía Local.

Sin embargo al llegar a la dirección facilitada por "el niño", los equipos de emergencias comprobaron que, en realidad, no había ningún incendio. Por ello, la Policía Local intentó ponerse en contacto con él, pero no fue posible, porque cortaba las llamadas hasta que, finalmente, acabó por apagar el teléfono móvil.

Posteriormente, los agente sí lograron ponerse en contacto con él y el chaval les dijo que tenía ocho años de edad y que se encontraban en Monforte de Lemos. También les proporcionó datos sobre sus supuestos progenitores, que resultaron ser falsos.

no era un niño

Por ello, la Policía Local puso en marcha una investigación y, tras realizar las indagaciones oportunas, los agentes encargados del caso lograron identificar a la titular de la línea telefónica desde la cual se habían realizado la llamada a los servicios de emergencias.

Los agentes lograron confirmar que la propietaria del teléfono era la abuela de la persona que había lanzado la falsa alarma. No era un niño, como se creyó en un principio, sino un joven de 18 años de edad que reside en la vivienda contigua a la que supuestamente se había visto afectada por el incendio.

Por ello, fue denunciado por infringir la Lei de Emerxencias de Galicia, así como por vulnerar la Lei de Protección da Seguridade Cidadá, precisamente por negarse repetidamente a facilitar sus verdaderos datos a la policía.

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