Los camioneros de Lugo circulan con un ojo puesto en los baches y otro en el BOE

Los camioneros de Lugo circulan con un ojo puesto en la carretera y otro en el Boletín Oficial del Estado. En realidad, no les queda otra, porque a la mala situación de las infraestructuras que dificulta la comunicación de esta provincia con el resto del país, con la consecuente pérdida de rentabilidad para las empresas del sector, se le suma la actividad legislativa en Europa y en España, con normas que se están cocinando y que, cuando formen parte del menú, pueden perjudicar sus intereses. 

Hay dos asuntos que preocupan especialmente en el sector. Por una parte la legislación europea en materia de descarbonización. Los transportistas insisten en que las autoridades comunitarias siguen apostando por "unas tecnologías" que, en realidad, "no son viables" para su actividad. En el ámbito nacional preocupa el anuncio de una posible reducción de la jornada laboral, porque dificultaría la prestación de determinados servicios y encarecería los costes de explotación. 

Por otra parte, la situación en la que se encuentran las principales infraestructuras de comunicación en la provincia de Lugo lastra la rentabilidad de las empresas de transporte, con desplazamientos más largos, más accidentados y un mayor gasto tanto en el mantenimiento de los vehículos como de combustible.

Por ello, estos temas estuvieron este fin de semana sobre la mesa durante la celebración del encuentro anual de Tradime, una de las organizaciones de transportistas mayoritaria en la provincia de Lugo.

la situación de las infraestructuras es un lastre

Su presidente, José Fernández, instó a las administraciones a finalizar las obras en el viaducto del Castro, en el trazado de la Autovía del Noroeste (A6) en Vega de Valcarce (León), para que la circulación quede plenamente restablecida en ese punto, en sentido A Coruña y en sentido Madrid. “Lo abrieron con prisas para decir que habían cumplido” los plazos anunciados, pero luego lo “volvieron a cerrar hacer dos meses” para completar la pavimentación del firme, explicó.

Por otra parte, reclama la finalización de la autovía Lugo-Santiago, con plazos definidos para que el sector del transporte sepa a que atenerse. “Llevamos tres décadas” con esta infraestructura pendiente, recordó Fernández, y todavía faltan dos tramos por entrar en servicio.

• En ese sentido, aunque el Ministerio de Transportes avanzó que el penúltimo, entre Palas de Rei y Melide, quedará abierto este mismo año, la finalización del segundo todavía carece de fecha. “Dicen que estará en 2025, pero el 2025 empieza después del día 31 de diciembre”, por lo que el plazo dado por el Gobierno es demasiado difuso.

También exigen los transportistas que la conversión del corredor entre Lugo y Monforte en una autovía se haga de una vez por todas. “Ahora tenemos un corredor-autovía”, con tramos que tienen unos parámetros similares a los de una carretera convencional y otro que, realmente, ha sido convertido en una vía de alta capacidad.

Además, los transportistas inciden en la precaria situación de las comunicaciones de una comarca como la de A Mariña, en relación con los escasos avances en la futura autovía A-74 y en el corredor (VAC Costa Norte), habida cuenta de que la costa de Lugo concentra puertos de gran importancia, como Celeiro o Burela, y el complejo industrial de Alcoa.

El tránsito de vehículos pesados, recordó Fernández, se produce por una carretera que no está en condiciones y no existe un enlace adecuado para colectar A Mariña con el puerto de Ferrol.

aparcamientos vigilados

Otra de las demandas del sector es la creación en Lugo de aparcamientos "vigilados". Asegura José Fernández que se trata de una auténtica necesidad, tanto para tranquilidad de los transportistas locales, para evitar posibles daños o robos en los vehículos cuando están parados durante el fin de semana, como por la seguridad de aquellos camioneros que están en ruta y necesitan un lugar para descansar. 

Recuerda que "la somnolencia" es una de las principales causas de accidentes en los profesionales del volante, que necesitan de lugares adecuados para poder detener su marcha y descansar de "forma segura", sin "tener un ojo abierto y otro cerrado por si te entran en la cabina, dañan tu vehículo y te roban mercancía", añadió.

descarbonización y reducción de jornada

También preocupan en el sector determinadas decisiones en el ámbito de la legislación, porque una “reducción de la jornada laboral” podría generar “dificultades en cuanto a la actividad diaria de los transportistas”, dadas sus particulares condiciones de trabajo, que se traducirán en “problemas con los clientes”, posibles “roturas de stock” e incluso una subida en los costes de explotación.

De hecho, según Fernández, “habrá servicios que no se podrán prestar, al menos no en las mismas condiciones”.

Los transportistas también tienen la mirada puesta en la legislación que llega de Europa, especialmente en materia de descarbonización, dado que se está “apostando por unas tecnologías que, al menos de momento, no son viables para este sector”.