Decenas de veterinarios protestan en Lugo contra la nueva normativa que regula la aplicación de antibióticos en sanidad animal
El Colegio de Veterinarios asegura que el decreto cuestiona el criterio facultativo y entorpece el desarrollo de su trabajo, en unas circunstancias en las cuales el tiempo puede ser vital
Lugo - Publicado el
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Decenas de facultativos, convocados por el Colegio Oficial de Veterinarios de Lugo, se concentraron esta mañana en la Praza de Armanyá, a las puertas de la sede de la Subdelegación del Gobierno para protestar contra la nueva norma que regula el uso de antibióticos.
Los veterinarios que participaron en la protesta se colocaron detrás de una gran pancarta en la que se podía leer el lema: “Somos veterinarios, somos sanitarios. Saúde animal sen barreiras”.
Además, los asistentes corearon consignas y exhibieron carteles en los que reclaman “Más eficacia y menos barreras” en el ejercicio de su profesión, además de recordar que “la sanidad animal no es un lujo”.
El Colegio de Veterinarios de Lugo ha advertido sobre el “riesgo vital”, tanto para animales como para humanos, que supone la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios.
"el objetivo de la norma es razonablE", no la forma
“Si bien el objetivo principal de la norma es razonable”, dado que busca “reducir la utilización de antibióticos y, con ello, eliminar la resistencia a los mismos”, su aplicación real “sitúa a los profesionales en una situación delicada, que afecta tanto a la salud de los pacientes como a la salud mental de los propios veterinarios, sometidos a mayores niveles de estrés y presión en su día a día”, afirmaba el colegio en un comunicado.
Veterinarios concentrados a las puertas de la Subdelegación del Gobierno
Así, el presidente de la entidad, José Luis Benedito Castellote, precisa que “esta ley limita en gran medida el criterio clínico y científico de los profesionales de la Veterinaria”, de modo que “en la práctica impide la aplicación de la medicina basada en evidencias”.
Al contrario, esta normativa hace que “un prospecto elaborado por una determinada marca comercial prime sobre la experiencia y el conocimiento de los veterinarios”, según señala Benedito.
“Evidentemente, haciendo un uso responsable, cada veterinario debería poder escoger libremente el medicamento que quiera, ya que hay numerosos estudios científicos que demuestran qué antibióticos funcionan para cada enfermedad, coincidan o no con lo que señalan las indicaciones de una determinada marca comercial”, subraya el presidente de los veterinarios lucenses.
Además de esto, “otro de los problemas principales de la nueva norma” es que “ralentiza los tratamientos al requerir mucho tiempo de los profesionales para buscar el antibiótico correspondiente, asegurarse de que el prospecto coincida exactamente como exige la normativa y posteriormente introducirlo en el Presvet (plataforma administrativa en la que se deben notificar todos los antibióticos recetados), con explicaciones detalladas”.