¿Ha entrado la peatonalización del casco histórico de Lugo en la recta final? Los vecinos sospechan que los trabajos volverán a retrasarse

La asociación que agrupa a los residentes en el centro ven muy difícil que los trabajos en el entorno de Santo Domingo finalicen el 23 de de marzo o que el 28 de febrero esté lista la obra en Bolaño Rivadeneira

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Dicen que gato escaldado del agua fría huye. Algo así les sucede a los vecinos y comerciantes del casco histórico de Lugo, que llevan meses y meses soportando las molestias que generan las obras para completar la peatonalización del recinto amurallado, con el objetivo final de convertir esa parte de la ciudad en una zona de bajas emisiones. Después de tantos retrasos, prórrogas y nuevos plazos, ya no se atreven a pronosticar cuándo podrán recuperar la normalidad. No se fían de que la empresa concesionaria vaya a terminar los trabajos en el plazo que les comunicó el Concello de Lugo después de sucesivas prórrogas.

La propia alcaldesa, Paula Alvarellos, les comunicó en el mes de octubre a los representantes de la asociación que agrupa a los vecinos del centro que los trabajos en la Praza de Santo Domingo tenían que estar listos el día 23 de marzo, de acuerdo con la última prórroga concedida a la empresa concesionaria de esa obra. Con respecto a la peatonalización de la Rúa Montevideo y Bolaño Rivadeneira, esa actuación tendría que estar finalizada dentro de unos días, concretamente el 28 de febrero. Es cierto que en ambos casos hubo avances significativos, pero la ejecución sigue estando muy verde para garantizar el cumplimiento de esos plazos.

"No lo sabemos, ni queremos entrar en eso", reconoce el vicepresidente de la asociación que agrupa a los vecinos del centro de Lugo. José Castro afirma que es la empresa concesionaria la que tiene que ejecutar las obras y al gobierno local a quien le compete "controlar" que los plazos se cumplan. "Llevamos ya muchos plazos y prórrogas, ojalá que estos sean los últimos", añadió, "que los trabajos se hagan lo más rápido posible" y, sobre todo, "que queden bien".

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Algunos espacios del casco histórico ya ofrecen un esbozo de cómo quedará el recinto amurallado cuando finalicen las obras

"Creemos que el plazo no se va a cumplir"

Reconoce, en todo caso, que la "experiencia" les dice que el ritmo de ejecución de los trabajos va un poco justo para poder cumplir los últimos plazos comunicados por el el gobierno local.

Concretamente, en el entorno de Santo Domingo, aún hay que completar el pavimentado, terminar el último tramo de la Rúa do Teatro y arreglar los jardines, con lo que el tiempo se le echa encima a la empresa concesionaria para finalizar todas esas actuaciones antes del 23 de marzo.

Las perspectivas no son mejores en la Rúa Montevideo y Bolaño Rivadeneira. Los vecinos creen que, con el estado actual de las obras, es prácticamente "imposible" que esos trabajos puedan estar finalizados antes del 28 de febrero. "Creemos que el plazo no se va a cumplir", reconoce.

En cuanto a las molestias que generan esos trabajos, que acumulan muchos meses de retrasos, José Castro reconoce que, probablemente, los vecinos están soportando "el peor momento desde que comenzaron las obras". Recuerda que calles de mucho tránsito como Rúa Nova o San Marcos están "totalmente destrozadas" como consecuencia del paso constante de vehículos. Las baldosas están rotas y "prácticamente todas las semanas" hay peatones que "tropiezan" y acaban cayéndose al suelo. Por eso, José Castro le exige al Concello de Lugo que acometa al menos un "arreglo provisional" para evitar riesgos, a la espera de la finalización de las obras.

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Imagen que ofrece a día de hoy la Praza do Ferrol, con las obras prácticamente finalizadas

la colaboración "ha sido constante"

El portavoz vecinal reconoce, eso sí, que la comunicación con el Concello de Lugo es bastante fluida

"Empezamos muy mal. Con poca participación", dice José Castro, pero "desde que comenzamos con la asociación, la colaboración con el Concello ha sido constante". No fue fácil, "nos costó mucho", añade, "pero fuimos testarudos".

Al final, asegura que llegaron a un entendimiento. "Les explicamos todos los problemas que veíamos y conseguimos una colaboración", asegura. El ejecutivo local "atendió nuestras demandas en la medida de lo posible", porque "estas obras financiadas con fondos europeos están muy encorsetadas", precisó.

Ahora espera que este largo camino concluya con un final feliz para los residentes en el casco histórico. "Queremos que las obras queden bien", concluye.

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