el paso de la borrasca 'kirk' provocó muchos problemas

Los ganaderos de la Terra Chá (Lugo) cifran las pérdidas en la cosecha de maíz en miles de euros

Las copiosas precipitaciones inundaron las tierras en varios puntos de la comarca y el fuerte viento tumbó las plantas que ya estaban listas para ser cosechadas

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Los ganaderos de la comarca de Terra Chá, una de las zonas ganaderas más importantes de Galicia por volumen de producción de leche, miran con resignación los extensos campos de maíz forrajero que tienen sembrados, conscientes de que la borrasca Kirk se ha llevado por delante una parte de la cosecha.

En algunos lugares, han sido las copiosas precipitaciones las causantes de esas pérdidas, dado que las tierras han quedado prácticamente inundadas y son impracticables en este momento para la maquinaria pesada que se utiliza para cosechar el maíz.

En otros puntos ha sido el viento el que ha destrozado parte de la cosecha. Diego Rodríguez tiene una explotación de leche en la parroquia de San Martiño de Ferreiros, en el municipio lucense de Pol, y ha sembrado en esta campaña unas 33 hectáreas de maíz forrajero.

Las lluvias de la primavera retrasaron la siembra, pero se esperaba que este año la cosecha fuese buena. Ahora está preocupado, reconoce, porque no sabe qué va a encontrarse cuando realmente inicie la recogida del maíz.

el viento tumbó el maíz

Hay fincas en las que se ve muy mal. Por los lados el maíz está aparentemente intacto, pero por el centro está todo tumbado”, asegura.

Más que por el agua, en nuestra zona fue por las rachas fuertes de viento. Hizo remolinos. Por donde pasó tumbó las plantas”, explica Diego.

      
             
      

Esas fuertes rachas de viento, que en algunos puntos de la provincia alcanzaron o superaron los 100 kilómetros por hora, afectaron en su caso “a varias fincas. No a fincas completas, sino a tramos de cada una de ellas. Por donde pasó el viento, tumbó las plantas”, explica.

  • Las pérdidas pueden ser cuantiosas. Cada hectárea sembrada de maíz supone un gasto de “entre 1.500 y 1.800 euros, entre siembra, laboreo, alquileres y abonos”. Es “bastante dinero”, dice Diego, quien también recuerda que el maíz que deja de recogerse supone un gasto a mayores para los ganaderos, porque tendrán que comprar ese alimento durante la campaña.

Aún así, reconoce que, al menos en su caso, tuvieron “suerte, dentro de lo malo”, porque “hubo zonas muchísimo peor”.

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