¿Le ha llegado el final a un proyecto con mucha contestación social? La Xunta deniega la autorización ambiental a la planta de biometano de Lugo
El Partido Popular afirma que fue el único grupo que “actuó con rigor” y el gobierno local achaca esta resolución a la movilización vecinal
Lugo - Publicado el - Actualizado
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La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático acaba de denegarle a la empresa promotora de la planta de biometano de Coeses la autorización ambiental integrada. Ahora, los vecinos de las zonas afectadas por este proyecto industrial, que provocó una importante contestación social, se preguntan si este es realmente el final del camino. Lo cierto es que no, aunque lo acerca. Según ha informado la Xunta de Galicia, la entidad promotora dispone ahora de un mes de plazo para presentar recurso a esa resolución, basada en informes técnicos desfavorables.
En ese sentido, la Xunta de Galicia precisa que la propia Confederación Hidrográfica Miño-Sil emitió informes desfavorables en mayo y en septiembre de 2024 al proceso de evaluación ambiental de una planta para “la valorización de residuos orgánicos y producción de biometano”, porque “la documentación aportada por el promotor era insuficiente”, además de citar “múltiples deficiencias que debían ser subsanadas".
En ese sentido, precisaba que “teniendo en cuenta el caudal indicado y el sistema de depuración descrito” no podía autorizarse el vertido previsto al Rego Vilalvita. Por ello, el informe emitido por la Dirección Xeral de Patrimonio Natural en julio del pasado año condicionaba la viabilidad del proyecto a un informe del organismo de cuenca que garantizase la calidad de las aguas.
Según la Xunta de Galicia, el promotor no aportó “nuevos elementos de juicio” en las alegaciones presentadas y, dado que los “informes emitidos” por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil eran desfavorables al proyecto, la autorización ambiental integrada ha sido denegada.
Es más, la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Sostibilidade dice que “el informe preceptivo y vinculante emitido por la Confederación”, que “declara inadmisible el vertido”, impide esa autorización ambiental.
- A pesar de todo, aunque lo acerca, este no es el final del camino. De hecho, la tramitación de este proyecto aún no ha finalizado la vía administrativa. La empresa Bioenergía Lugo tiene ahora un mes de plazo para interponer recurso de alzada contra esta resolución ante la propia Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático.
El PP dice que fue el único grupo que “actuó con rigor”
El Grupo Municipal del Partido Popular de Lugo ha valorado esta decisión de la Xunta de Galicia y ha afirmado, mediante un comunicado, que “este rechazo confirma las deficiencias del proyecto y refuerza la necesidad de garantizar el cumplimiento estricto de las normas ambientales antes de autorizar cualquier instalación de este tipo”.
Ademas, asegura que “el PP fue el único grupo político que actuó con rigor y sin demagogia en este asunto”, porque “informó desde el primer momento de la exposición pública, explicó el proyecto al vecindario y le ofreció asesoría técnica, presencial y personalizada”.
“Fuimos coherentes con nuestro posicionamiento y siempre pedimos la máxima transparencia”, añaden los populares, quienes recuerdan que “el Ayuntamiento de Lugo es quien tiene la última palabra y debe decidir sobre la licencia municipal para la planta de biometano de Coeses”.
“Por eso sorprende la desfachatez política de socialistas y nacionalistas, dado que la planta de biometano fue un proyecto que apoyó el gobierno local” y “solo cuando el debate público fue inevitable, cambiaron de criterio sin ofrecer ninguna explicación a los lucenses”.
El gobierno local achaca esta resolución a la movilización social
“Todo parece indicar que la planta de biometano de Coeses finalmente no se llevará a cabo. Aunque la situación no está cerrada, podemos celebrar que, tras tantos meses de lucha, la movilización de los vecinos y vecinas y el trabajo conjunto con la Alcaldía están dando sus frutos. Se trata de una gran victoria para los lucenses y las lucenses”, dijo la alcaldesa, Paula Alvarellos.
De hecho, afirmó que “esta decisión es una buena noticia no solo para los vecinos y vecinas de Coeses y de las parroquias afectadas, sino también para toda la ciudadanía de Lugo, por las implicaciones nocivas que tenía para todo el municipio y su entorno".
Según la regidora, "este desenlace pone de manifiesto a fuerza del movimiento vecinal y la importancia de la movilización social. El compromiso y la lucha de tantos vecinos en los últimos meses parece que finalmente darán sus frutos, demostrando que cuando la ciudadanía se organiza y defiende sus derechos, puede conseguir grandes cosas”.
Un proyecto con mucha oposición vecinal
Este proyecto ha contado en los últimos meses con una fuerte oposición vecinal y ha sido motivo de numerosas manifestaciones, una de ellas por el centro de la ciudad de Lugo con cientos de personas detrás de la pancarta en la que se exigía la paralización de la planta.
¿Por qué se oponen los vecinos a esta planta? Manuel vive en Coeses. Nos explica que la propia empresa, en el proyecto, reconoce que "emitirá vertidos al río Miño y gases contaminantes", además de producir "olores muy molestos". A los vecinos, la posibilidad de que la planta se instale en la ubicación prevista los tiene "en un sin vivir".
Recuerda que en esa zona del municipio de Lugo "casi nada vive ya de la ganadería". En realidad, precisó, "se ha convertido en una zona residencial, donde vive mucha gente que tiene su trabajo en otro lugar y ha elegido el campo para estar más tranquila que en la ciudad".
A su juicio, ese modo de vida es totalmente incompatible con la presencia de una planta de esas características. "Los vertidos acabarán por contaminar nuestros pozos, con los que nos abastecemos de agua, porque no tenemos traída municipal. Cada uno usa el suyo".
También hay fuentes públicas y los vecinos temen que el agua resulte contaminada por la actividad de esa planta.
Por otra parte, preocupan mucho "los depósitos de ácido sulfúrico puro" que la empresa utilizaría para tratar los residuos que después convertirá en biometano. "Si hay cualquier tipo de accidente, todo el pueblo podría quedar arrasado", lamenta Manuel.