¿Por qué paran este martes las clínicas veterinarias en Lugo?

Se trata de una medida para protestar por la nueva normativa que regula el uso de antibióticos en el ámbito veterinario, porque "limita su capacidad facultativa" y puede "poner en riesgo la vida de los animales"

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Las clínicas veterinarias de la provincia de Lugo se sumarán al paro convocado para este martes a las once de la mañana en todo el país. Se trata de una medida para protestar por la nueva normativa que regula el uso de antibióticos en el ámbito veterinario, recogida en un Real Decreto publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Los veterinarios defienden el objetivo de la medida, que es reducir el uso abusivo de antibióticos, pero no están de acuerdo con la forma. Aseguran que la nueva normativa limita su capacidad facultativa, hasta el punto de que puede poner en riesgo la vida de los animales.

Los veterinarios se quejan de que el Ministerio duda de su capacidad científica. Recuerdan que tienen que dar cuenta de todos los antibióticos administrados y, si la propia administración opina que no se han aplicado correctamente de acuerdo con su criterio, pueden ser sancionados con multas muy importantes, lo cual genera "una gran inseguridad jurídica e incluso clínica".

"Riesgo vital" PARA ANIMALES Y HUMANOS

El Colegio Oficial de Veterinarios de Lugo ha advertido sobre el "riesgo vital", tanto para animales como para humanos, que supone la entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios.

"Si bien el objetivo principal de la norma es razonable", dado que busca "reducir la utilización de antibióticos y, con ello, eliminar la resistencia a los mismos", su aplicación real "sitúa a los profesionales en una situación delicada, que afecta tanto a la salud de los pacientes como a la salud mental de los propios veterinarios, sometidos a mayores niveles de estrés y presión en su día a día", precisa en un comunicado.

Así, el presidente de la entidad, José Luis Benedito Castellote, asegura que "esta ley limita en gran medida el criterio clínico y científico de los profesionales de la veterinaria", de modo que "en la práctica impide la aplicación de la medicina basada en evidencias".

Al contrario, esta normativa hace que "un prospecto elaborado por una determinada marca comercial prime sobre la experiencia y el conocimiento de los veterinarios", según señala Benedito.

"Evidentemente, haciendo un uso responsable, cada veterinario debería poder escoger libremente el medicamento que quiera, ya que hay numerosos estudios científicos que demuestran qué antibióticos funcionan para cada enfermedad, coincidan o no con lo que señalan las indicaciones de una determinada marca comercial", subraya el presidente de los veterinarios lucenses.

"ralentiza la aplicación de tratamientos"

Además de esto, "otro de los problemas principales de la nueva norma" es que "ralentiza los tratamientos al requerir mucho tiempo de los profesionales para buscar el antibiótico correspondiente, asegurarse de que el prospecto coincida exactamente como exige la normativa y posteriormente introducirlo en el Presvet (plataforma administrativa en la que se deben notificar todos los antibióticos recetados, con explicaciones detalladas".

Esa obligación "aumenta todavía más la carga burocrática y, así, demora el tiempo de atención a otros animales, a veces en contextos de urgencia", precisa.

Esta situación genera, según Benedito, "desconcierto entre los profesionales a la hora de recetar", porque "las penalizaciones por un mal uso de los medicamentos todavía se consideran delitos y las multas las asume cada veterinario de forma particular".

"Este temor a equivocarse puede generar un peligro adicional importante en casos en los que la vida del animal está en juego" al desincentivar el uso de antibióticos, concluye.

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