Afronta casi 11 años de cárcel por violar y agredir a su expareja en Burela

Un vecino de Burela se sentará este martes en el banquillo de la Audiencia Provincial de Lugo como acusado de violar a su expareja y de dos delitos de maltrato en el ámbito familiar, hechos por los que la Fiscalía pide para él una pena de diez años y nueve meses de cárcel.

El ministerio público también pide para el acusado, que se encuentra en prisión provisional desde el 23 de julio de 2019, que se le prohíba acercarse a la víctima durante once años y nueve meses, cinco años de libertad vigilada y la prohibición de tener armas durante seis años, así como que indemnice a la víctima con 2.000 euros.

Según el escrito de acusación, los hechos sucedieron el 21 de julio de 2019, sobre las 20:40 horas, cuando la víctima acudió al domicilio de su expareja, en Burela, con la que había dejado de convivir un mes antes, para recoger al hijo de ambos, que había pasado el fin de semana con su padre.

El acusado le dijo que el niño estaba durmiendo y la invitó a sentarse en el sofá, momento que aprovechó para decirle que quería volver con ella.

Ante su negativa, comenzó a besarla por la fuerza y la arrastró por las muñecas hasta una habitación, donde la tiró encima de la cama y se puso sobre ella.

Según el fiscal, como el niño se despertó por los gritos de la madre y se presentó en la habitación, el acusado lo echó fuera, le puso la mano en la boca a la mujer y consumó la violación.

Cuando el procesado salió de la habitación, la mujer cogió al niño, que seguía en el pasillo, donde lo había dejado el padre, y se escondió con él en el baño.

Finalmente, ambos lograron salir de la vivienda y pidieron auxilio en el piso de un vecino, desde donde llamaron a la Guardia Civil.

Según el fiscal, antes de que cesase la convivencia entre ambos, el hombre ya le había propinado una bofetada en una ocasión, durante una discusión, y otra vez la había golpeado con un cinturón, de modo que también lo acusa por dos delitos de maltrato en el ámbito familiar.