Cajoto aclara a Castiñeira que el Gobierno local no tiene ningún "derecho ni obligación" sobre el viejo asilo

El alcalde de Foz, el socialista Fran Cajoto, ha aclarado tras una crítica del portavoz municipal del Partido Popular, Javier Castiñeira, que el edificio del antiguo asilo y los terrenos anexos son propiedad privada, de la Fundación Martínez Otero, por lo que el Gobierno local no tiene "ningún derecho ni obligación" sobre ese inmueble.

El regidor municipal ha calificado de "intolerable que se juegue de este modo con los vecinos de Foz".

"Por respeto a ellos, tengo que salir a desmentir un nuevo engaño del portavoz del Partido Popular", ya que "estamos acostumbrados a que cada cierto tiempo trate de venderles a los vecinos de nuestro ayuntamiento un proyecto irrealizable", lamentó Cajoto.

Según el actual mandatario focense, las promesas de Castiñeira empezaron cuando este último ostentaba la alcaldía, con "el proyecto de un megapuerto deportivo, imposible e inviable por una cuestión tan clara como la falta de calado para las embarcaciones".

Más recientemente, en noviembre de 2018 el ahora exalcalde popular anunciaba "a bombo y platillo en la prensa" que el Concello de Foz iba a disponer de "un flamante nuevo auditorio en la huerta del actual asilo".

Según recordó Cajoto, el por aquel entonces regidor focense "declaraba que había acuerdo con el patronato de la Fundación Martínez Otero para la cesión de los terrenos y que para la financiación plurianual ya tenía prevista una reunión con Feijóo: todo era humo".

No obstante, el actual regidor focense también advirtió de que lo que pretende el Gobierno local es "que un edificio tan emblemático como es el viejo asilo no derive en una ruina".

"En eso estamos trabajando, con una relación cordial y fluida con el patronato de la Fundación, basada en el respeto y en la lealtad. Ojalá se pueda recuperar la edificación a la mayor brevedad y que un espacio tan querido por todos lo puedan seguir disfrutando las nuevas generaciones. Espero de verdad que esto no sea una maniobra política para tratar de evitar que la situación del asilo se resuelva definitivamente”, aclaró Cajoto.