Contra "viento y marea" en San Cibrao

La borrasca que la pasada noche azotó la provincia de Lugo y dejó rachas de viento que, en algunos puntos, superaron los cien kilómetros por hora, destrozó el campamento que habían montado los trabajadores de Alcoa y de las empresas auxiliares para controlar la entrada y la salida de camiones en los dos principales accesos del complejo industrial.

El fuerte viento levantó las carpas que habían montado los trabajadores, que tuvieron que permanecer a la intemperie en una auténtica noche de perros, con abundantes precipitaciones y bajada de temperaturas.

Para combatir el frío, precisamente, hicieron una hoguera en el interior de bidón de metal, dado que su intención es no abandonar las movilizaciones hasta que exista una solución que le dé viabilidad a la planta de aluminio primario, de modo que se garantice el mantenimiento de la producción y el 100% de los puestos de trabajo.

De hecho, solo permiten la entrada de materia prima, para que se mantenga la producción y las cubas sigan funcionando, pero impiden “la salida de aluminio” de la factoría.

Una solución "más o menos amistosa"

El presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, aseguró que los trabajadores tienen “ganas de solucionar el problema” y de volver a trabajar con normalidad en la fábrica.

En todo caso, también reconoció que esa solución puede llegar por una vía “amistosa o menos amistosa”.

Alcoa, una vez que la negociación del ERTE con la representación de los trabajadores acabó sin acuerdo, tiene ahora un plazo de quince días para decidir sobre el despido colectivo de 534 trabajadores de la planta de aluminio primario.

Por su parte, el comité está a la espera de que sea convocada una “reunión con la Xunta de Galicia y el Gobierno de España” para conocer qué pasos va a dar la Administración.

Una reunión, recordó Zan, que tiene que producirse “durante el fin de semana o el lunes a más tardar”.

Tomé apoya la intervención de Alcoa

El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, aseguró que a la institución provincial le parecerá "bien" la solución por la que opte el Gobierno de España para la planta de Alcoa en San Cibrao; siempre, eso sí, que garantice la continuidad de la fábrica de aluminio primario y, consecuentemente, el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Tomé recordó que el gobierno provincial ya dijo “el primer día que surgió el problema”, que la solución para garantizar la continuidad de la fábrica pasaba “por intervenir la empresa”.

“Puede haber múltiples figuras jurídicas. Una de ellas puede ser la expropiación. Hay otras. La que escoja el Gobierno nos parecerá bien, siempre que tenga continuidad la empresa y el empleo”, dijo Tomé.

En todo caso, afirmó que “Alcoa no puede seguir tomándonos el pelo y no puede salirse con la suya”.

En cuanto a la solución más adecuada, será “la que consideren los técnicos” y el Gobierno de España, porque es “quien está poniendo soluciones” encima de la mesa para evitar el despido colectivo y el cierre de la planta.