VIVEIRO

Planchadoras de hábitos, la cara oculta de la Semana Santa en Viveiro

Las mujeres de la Cofradía de la Santa Cruz planchan más de 500 trajes

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Asistir a las procesiones de la Semana Santa supone un momento de gran intensidad, emocional y visual.

Además de las sensaciones internas del espectador, llama la atención la iconografía, la belleza de las procesions, el ritmo, el compás y ¡el vestuario!

Qué limpios, relucientes y lisos van los hábitos.

Los trajes que lucen los cofrades en las procesiones son un esplendor de limpieza y brillo.

Esto no es casual, es fruto del trabajo de un buen número de personas que durante más de un mes dedican las tardes a planchar los trajes: hábito, capa, capuchón y calzas. Todo precisa ser planchado y un planchado delicado porque tratamos con rasos y terciopelos.

De ello se encarga, en la Cofradía de la Santa Cruz de Viveiro, un grupo de mujeres dirigidas por Cruz Penso quien señala que "el terciopelo se plancha al aire porque es muy delicado"

Tres procesiones y 500 trajes

La Cofradía de Mujeres de la Santa Cruz organiza tres procesiones a lo largo de la Semana Santa, y en cada una de ellas sale una media de 170 personas, con sus respectivos hábitos. Esto significa que hay que planchar más de 500 trajes.

Por eso ellas empiezan la tarea cuando acaba el Carnaval.

Lo hacen con ánimo y fortaleza, nada de excusas ni pereza, ya están acostumbradas de otros años. Lo hacen "con mucha ilusión".

Luego a la lavadora

Y cuando acaban las procesiones, cuando termina la Pascua, les vuelve encima todo el trabajo, porque los trajes deben ser lavados. Para ello se los reparten entre las integrantes de la junta directiva y los van llevando a sus casas por tandas.

Esto se reproduce en cada una de las cofradías de la Semana Santa vivariense, y tienen ocho. Pero no les para ni les resta ilusión, lo que sea necesario por engrandecer aún más su Semana de Pasión.

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