COVID
La reapertura de la hostelería asturiana, a examen
El presidente del Principado, Adrián Barbón, valora una posible reducción de las restricciones
Adrián Barbón (FSA-PSOE), presidente del Gobierno del Principado de Asturias
Ribadeo - Publicado el - Actualizado
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La posible reapertura de la hostelería asturiana, con limitaciones, es de nuevo objeto de análisis por parte del comité de crisis de la Covid-19 que preside el jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, que mantiene cerrado el sector desde el pasado 4 de noviembre.
Aunque sí se relajaron las restricciones que pesaban sobre el pequeño comercio, la reapertura de bares y restaurantes no se permitió hace una semana dada la evolución que durante el mes de noviembre presentó la pandemia en el Principado, con elevadas cifras de muertos, una alta ocupación de las unidades de cuidados intensivos, una presión hospitalaria en aumento y cientos de nuevos casos a diario.
En los últimos días se ha apreciado una mejoría en los datos de pacientes hospitalizados, ingresos y ocupación de ucis, así como en el número de contagios, con jornadas como el domingo y el lunes en las que se registraron 115 y 100 positivos, respectivamente, eso sí, después de haberse hecho muchas menos pruebas PCR de las habituales.
Estos serán algunos de los aspectos que tendrá en cuenta este miércoles el comité de crisis de la Covid-19 a la hora de tomar una decisión sobre bares y restaurantes, sector que durante la última semana ha protagonizado distintas manifestaciones y protestas para pedir que se les permita abrir al público.
Un informe del comité asesor y de seguimiento de la pandemia en Asturias hecho público la semana pasada recomendó que, al margen de la incidencia o contexto epidemiológico, "en ningún momento" se autorice la apertura de barras en bares y restaurantes.
Dicho informe apuesta también por mantener el cierre del interior de hostelería y abrir las terrazas "una vez que la situación epidemiológica lo permita" con medidas flexibles que permitan ampliar estas zonas exteriores.
También plantea que se permitan abrir los interiores "cuando puedan garantizar adecuada ventilación (natural o por filtros), asegurada mediante medidores de CO2", y que se mantengan, en cualquier caso, aforos interiores muy restringidos, garantizando siempre una distancia entre mesas de dos metros.