SALUD

El 50% de las mujeres tendrá, al menos, una infección de orina en su vida y un 5% las tendrá reiteradas

Las infecciones de orina son más comunes en la mujer que en el hombre debido a que su uretra es más corta y está más cerca del tracto anal

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el

3 min lectura

Las infecciones de orina tienen un enorme impacto sanitario porque el 10% de las consultas que se realizan en la atención primaria por un proceso infeccioso son de orina. Y hay que destacar que las infecciones en general equivalen a un 30% de las consultas.

El doctor Marco García Expósito, urólogo en la Clínica Mass Saúde (Foz-Lugo), explica que es “una patología con una prevalencia alta” y afecta mayoritariamente a las mujeres.

Según el especialista, un 50% de las mujeres tendrá al menos una infección de orina en su vida y un 5% las tendrá reiteradas. Además “antes de los 24 años una mujer ya habrá tenido al menos una infección de orina”.

¿A qué se debe?

Las mujeres tienen una uretra corta en comparación con la de los hombres. La uretra desemboca en el introito vaginal, zona que generalmente está húmeda y predispone más a las infecciones, y la distancia entre la uretra y el ano también es corta lo que hace que “los gérmenes intestinales colonicen esa zona y puedan tener el acceso a la uretra más fácilmente”.

Esos tres factores son determinantes a la hora de las infecciones urinarias y no se dan en los varones.

Apunta que “una infección de orina en el varón es excepcional, y si la hay se asocia generalmente a alguna patología subyacente”. Es decir, una infección en una mujer se considera algo relativamente normal pero si se da en un hombre hay que sospechar.

Frecuencia

Hay que vigilar con qué frecuencia tiene la mujer las infecciones de orina. Si tiene una al año es más o menos normal, si son tres o más al año ya no. Y si sufre dos infecciones en menos de seis meses, tampoco. En estos dos casos podemos hablar de infecciones de repetición. Esas pacientes necesitarían atención más especializada, además de una mayor prevención.

Antibióticos, ¿sí o no?

Las infecciones se suelen tratar con un antibiótico sin necesitar más pruebas que la empírica. Es verdad que pueden ir desapareciendo sin antibiótico también, pero tardarían más. “El propio organismo combatiría el germen y se absorbería la infección”. Pero el antibiótico ayuda a aplacar los síntomas desagradables y dolorosos de la infección.

Medidas preventivas

Hemos escuchado muchas veces que hay que tomar concentrado de arándano para proteger la vejiga de las infecciones. El doctor afirma que 'in vitro' el arándano funciona. Además en la experiencia profesional sí ven que las pacientes mejoran cuando se añade el arándano rojo americano al tratamiento. Pero se trata de una ayuda. Lo suelen utilizar en las infecciones de repetición.

Mantener una buena ingesta de agua también ayuda porque equivale a mejores micciones y más frecuentes, con lo que el método de arrastre de gérmenes funciona mejor. Y son básicas las medidas higiénicas, sobre todo a la hora de utilizar el sanitario.

Las infecciones y el sexo

Las infecciones están muy relacionadas con la actividad sexual. Explica el facultativo que “un coito tres veces por semana triplica el riesgo de infecciones de orina y un coito diario lo multiplica por ocho”. En estos casos es importante la higiene, antes y después de la actividad sexual. Si es posible realizando una micción antes y otra después. Hay que evitar usar espermicidas o diafragmas que se suelen relacionar con la aparición de las infecciones de orina.

¿Afecta la estacionalidad?

El doctor García Expósito afirma que, pese a la idea generalmente extendida entre la población, los cambios estacionales no avalan la predisposición para padecer una infección de orina. De hecho el doctor las califica más bien como “perennes, están ahí todo el año”.

Las infecciones en la vejez

Algo que nos llama mucho la atención son los síntomas que genera una infección urinaria en las personas de edad, en los ancianos, y es que cursan de forma muy diferente a la habitual (que es aumento en la frecuencia de las micciones, con urgencia y dolor).

En el caso del anciano hay deterioro cognitivo. Puede empezar con síndrome confusional, dice cosas incoherentes, deja de comer, tiene una actitud alterada... eso puede indicar una infección de orina.

Eso se debe a que “en el anciano el sistema inmune no tienen la misma respuesta que en una persona joven y más sana”.