Un zorro, cliente habitual de un chiringuito de O Vicedo

La fauna salvaje está entre nosotros y cada vez más. En O Vicedo hay un chiringuito con un cliente habitual muy especial, un pequeño zorro, y en Ribadeo a los jabalíes sólo les falta censarse.

"El hombre y la tierra" están cada vez más identificados, de eso no hay duda. Ahí tenemos como ejemplo al cliente La Bodeguita del Puerto en Vicedo, que todos los días se pasa por allí para reclamar su ración de pan.

El gerente, Francisco Fernández, cuenta que lo coge y escapa para ir a ocultarlo, luego vuelve otra vez a por más.

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El animal es manso y para nada desagradecido, de hecho cuando hay niños en el local juegan con él. Se deja rodear por los pequeños, a una distancia e un metro aproximadamente, si se acercan más se aparta y aleja.

También es un cliente exigente, si el bar abre más tarde de la cuenta ahí está él esperando. Su hora de llegada suele ser entorno a las nueve de la noche, pero alguna mañana Francisco ha ido a abrir y se lo ha enontrado sentando esperándolo, como diciendo "llegas tarde, ¿dónde está mi ración de hoy?".

El personal del bar está encantado con el zorrito y les encanta recibir su visita diaria, aún no le han puesto nombre, habrá que hacerlo.

El otro día además recibieron la visita de un jabalí y los dos se pusieron allí a jugar. O eso parecía porque se perseguían uno a otro por la playa.

Los jabalíes también son cada vez más habituales en las ciudades. Ayer mismo una manada de cinco paseaba tranquilamente por las calles de Ribadeo.

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La fauna salvaje se pasea por la rotonda de entrada al centro urbano, en Ribadeo

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Los vecinos están inquietos, hay unos muy habituales de un parque infantil.

Juana Blanco, vecina de la localidad, lamenta que se haya normalizado esta situación pues pueden tener un mal encuentro con los niños y que tengamos que lamentar un susto.

Y no es lo único, ayer por Ribadeo también estaban buscando al dueño de un cabritllo perdido que andaba solo por la calle.

Lo que decimos, "El Hombre y la Tierra".