El comité limita a cinco las personas en el campamento de Alcoa por el Covid-19

El comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha tomado la decisión de limitar a solo cinco personas la presencia en el campamento montado en la entrada principal del complejo industrial, dentro de la huelga indefinida que comenzó a principios de octubre, para evitar riesgos de contagio del virus Covid-19.

Mediante un comunicado, el comité de empresa informó a los trabajadores de este nuevo "protocolo para evitar contagios", dado que "estamos en la segunda ola" de la pandemia y, en el caso de San Cibrao, "está entrando con más virulencia que la anterior" -de hecho, el municipio de Cervo se encuentra en nivel rojo de alerta tras detectarse una veintena de casos en la residencia de ancianos-.

Por ello, este órgano ha avisado de que "hasta que las cifras de contagio mejoren, será el comité de empresa, a través de sus secciones sindicales, el encargado de mantener siempre a cinco personas en el campamento", que es "el número máximo permitido".

Por eso, les pide "a los trabajadores que no acudan al campamento sin antes estar apuntados para realizar la guardia correspondiente".

Además, "se ruega al personal que mantenga la distancia de seguridad" y la "mascarilla puesta".

A la espera de una resolucion sobre el ERE

Los trabajadores de Alcoa San Cibrao aguardan que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) dicte esta semana una resolución con respecto a las medidas cautelares solicitadas por los sindicatos CC.OO, UGT y CIG en relación con el ERE que pretende aplicar la multinacional, y que dejaría en la calle a 524 trabajadores de plantilla y a cientos de las empresas auxiliares.

Entre otras medidas, en la cautelar, cuya solicitud fue evaluada en una vista oral el pasado 28 de octubre, se pide la paralización del ERE presentado por Alcoa, así como que se le impida a la multinacional apagar las cubas de electrolisis, hasta que haya por parte de los tribunales una sentencia sobre el proceso de despido colectivo.

El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, opina que en la vista celebrada la semana pasada en A Coruña quedó “muy claro” que la multinacional norteamericana busca “hacer daño a las instalaciones y a los trabajadores”, para que “nunca más se vuelva a producir aluminio primario en España”.

Por otra parte, el presidente del comité de empresa también les recordaba a los gobiernos central y autonómico que, en este momento, no pueden eludir sus responsabilidades y fiar el futuro de la fábrica y de cientos de puestos de trabajo a una decisión judicial.

Zan dijo que “está bien que los jueces decidan” sobre una paralización cautelar de ese ERE que podría dejar en la calle a cientos de trabajadores y suponer la “muerte” de la planta, pero insiste en que el futuro de la fábrica y de la producción de aluminio pasa por “una decisión política”.

De hecho, considera que lo que está sucediendo, en realidad, es que “un estado de derecho está siendo atacado por una multinacional”.

Recuerda que el comité y la plantilla ya han “hecho su trabajo. Un gran trabajo durante muchos meses”, pero ahora son los políticos los tienen que hacer el suyo.