¿Cómo serán los municipios y ciudades del futuro?

¿Cómo será nuestro pueblo o ciudad en el futuro? ¿cómo será nuestra casa, colegio, centro de trabajo o medio de transporte?

Si alguna vez te has preguntado esto puede que encuentres la respuesta en la Agenda Urbana de tu ayuntamiento.

Y ¿qué es la Agenda Urbana?

La Agenda Urbana es el documento que los ayuntamientos deben elaborar para ajustar el diseño de su territorio a los preceptos que marca la Agenda 2030.

Un modelo de actuación

El decano del Colegio de Arquitectos de Galicia, Luciano Alfaya, explica -parafraseando a la directora general del ministerio- que la “agenda urbana es el modo que tienen los municipios de aterrizar la Agenda 2030 y me parece una explicación muy plausible”.

Es lo que cada ayuntamiento puede hacer enmarcado en los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y dentro de sus competencias.

Proyectos piloto

Hace unos dos años salió una convocatoria del ministerio para realizar las agendas urbanas piloto, que realizaron en principio 121 ayuntamientos españoles. Éstas sirven como modelo para el resto de municipios.

En Galicia se escogieron nueve ciudades: Vigo, Coruña, Santiago, Lugo, Pontevedra, Lalín, Tui, As Pontes y Paradela. Desarrollaron el proyecto piloto que luego se ha ido aplicando a otros lugares de Galicia.

Este documento es imprescindible para la obtención de Fondos Europeos de cara a la aplicación de la Agenda Urbana.

Un camino a seguir

La Agenda es una guía, plantea diferentes opciones a realizar pero deben implementarse en el espacio que ocupa cada municipio, ajustado a su forma y singularidad.

La Agenda tiene 10 objetivos estratégicos que son comunes a todos, como la apuesta por la participación ciudadana y un cambio en los sistemas de gobernanza, la introducción de nuevas tecnologías o la creación de una ciudad más compacta para ofrecer mejores servicios al ciudadano.

Apuesta por la recuperación del patrimonio construido y la ocupación de espacios vacíos y degradados del centro de la ciudad más que en seguir expandiéndose por el territorio.

Pero aquí no termina todo. Como explica Alfaya, ahora se está trabajando en agendas con vistas a 2040, pues en planificación urbanística hay que mirar al menos 12 años más allá.

Son procesos lentos de desarrollo así que la Agenda 2030 sólo sirve para sentar las bases. El futuro tendrá que ir construyéndose poco a poco.